15/05/2008 - 08:30h

Endesa e Iberdrola manipularon los monitores de radiación de la central nuclear de Ascó para ocultar la fuga

Central nuclear de Ascó.En la respuesta que el CSN ha hizo pública ayer a las preguntas que le formuló Greenpeace, el organismo nuclear reconoce que los responsables de la central nuclear de Ascó "propiedad de Endesa e Iberdrola" manipularon los monitores de radicación de manera que al aumentar su punto de tarado desactivaron la señal de alarma radiactiva en el sistema de ventilación en el incidente del 26 de noviembre de 2007, que se conoció, gracias a l'ong ecologista, al saberse que se habían comenzado a encontrar partículas radiactivas cerca de la central el pasado 4 de abril de 2008.
 
Según este informe, el Gobierno de la Generalitat ya sabía, entre el 14 y el 18 de diciembre, a través de la red de control de la radiactividad, que se había producido un aumento insospechado de la radiación en el entorno de Ascó, pero se quedaron bien tranquilos con las mentiras que, una vez más, les contaron los responsables de la central atómica.
 
Los responsables de la central nuclear de Ascó manipularon el sistema de detección de la radiactividad del sistema de ventilación para que no se disparase la alarma. Éste fue el origen de la fuga de partículas habida los últimos meses en la central, según los detalles que ha dado este miércoles el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). Según el informe del CSN, los responsables de la central ocultaron el problema a la Generalitat, que mediante su sistema de control ya había detectado una radiación más elevada a mediados de  diciembre.
 
El Consejo de Seguridad Nuclear da más detalles sobre el caso de la contaminación de Ascó en sendas respuestas que ha enviado al grupo ecologista Greenpeace y al Defensor del Pueblo. El informe detalla que los responsables de Ascó modificaron el punto de alarma radiactiva de los detectores del sistema de ventilación de manera injustificada y sin comunicarlo, cosa que facilitó la salida al exterior de la radiactividad.

El informe, además, remarca que la red de control de radiactividad de la Generalitat detectó un aumento de los niveles de radiación entre los días 14 y 18 de diciembre y que, cuando se preguntó a la central sobre posibles problemas, ésta negó que hubiese ninguno.

El Consejo de Seguridad Nuclear también detalla la ocultación permanente de los hechos a los inspectores residentes del CSN y que también se ocultó la localización de diversas partículas radiactivas entre los días 17 y 28 de marzo, antes de comunicarse formalmente la fuga por indicación del mismo consejo y no por voluntad de la propiedad de la central atómica.
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