11/05/2010 - 13:35h

Greenpeace propone un mecanismo de financiación para implantar renovables en los países en vías de desarrollo

El programa ahorraría hasta 82 mil millones de toneladas de CO2 entre 2010 y 2030

Con motivo del comienzo de la Conferencia hoy en Valencia, Greenpeace propone a los países participantes en el Plan Solar Mediterráneo la puesta en marcha de un nuevo mecanismo financiero para impulsar las energías renovables en los países en desarrollo. Este sistema permitiría obtener la máxima energía limpia al mínimo coste, de forma que entre 2010 y 2030 se instalarían entre 1.600 y 2.300 GW (gigavatios) (1) de energías renovables en países no pertenecientes a la OCDE, lo que ahorraría entre 77 y 82 mil millones de toneladas de CO2 en ese periodo.

El mecanismo propuesto por Greenpeace tiene como principal objetivo facilitar la introducción en países en desarrollo de leyes sobre tarifas o primas de apoyo a las energías renovables, como las que ya se aplican en 40 países (sobre todo industrializados), ya que este sistema es el más eficiente para el desarrollo de las energías limpias, puesto que logra más energía renovable al menor coste. El mecanismo consistiría en la creación de un fondo internacional, que financiaría las tarifas o primas de apoyo a las renovables en los países en desarrollo. El fondo se nutriría de las aportaciones de los países desarrollados, mediante contribuciones recaudadas a través de la subasta de derechos de emisión de CO2 o mediante tasas sobre la energía sucia.

Con este sistema, se costearía la transición desde la situación actual, en que la energía renovable tiene un coste mayor que la producida con energías sucias (ya que éstas no pagan por sus impactos ambientales), hasta el momento en que el coste de la generación renovable sea inferior al de la energía sucia, lo cual sucederá alrededor de 2030. En vez de subvencionar proyectos individuales, la propuesta de Greenpeace se basa en financiar la implantación de los sistemas de apoyo más eficientes, de forma que con menos dinero se obtenga un desarrollo mayor y más rápido de las renovables en países que actualmente tienen menos recursos económicos para salir del círculo vicioso de la energía sucia.

"El dilema no es entre energías limpias y caras o sucias y baratas, sino entre seguir pagando una energía sucia e insostenible, que es cada vez más cara, o invertir en energías limpias que cada vez cuestan menos", ha declarado José Luis García Ortega, responsable de la campaña Cambio climático y Energía de Greenpeace. "España debe ponerse a la cabeza del Plan Solar Mediterráneo para liderar esta revolución energética, basada en la cooperación entre países y no en la explotación de los recursos de unos para satisfacer el derroche de otros".

Los parámetros clave para el mecanismo propuesto por Greenpeace serían:

  • El mecanismo garantizará el pago de las tarifas o primas de apoyo a las energías renovables durante un periodo de 20 años mientras el proyecto opere correctamente.
  • El mecanismo recibirá ingresos anuales procedentes del comercio de emisiones o de financiación directa.
  • El mecanismo pagará anualmente las tarifas o primas sólo sobre la base de la electricidad generada.
  • Cada proyecto tendrá una compañía de mantenimiento profesional para asegurar una alta disponibilidad.
  • El operador de red deberá hacer el seguimiento y enviar los datos de generación al fondo internacional. Los datos de los directores de proyecto y los operadores de red se compararán regularmente para comprobar la consistencia.
  • La propuesta de Greenpeace forma parte del estudio [R]evolución Energética, cuya edición actualizada a 2010 está a punto de publicarse. Dicho estudio considera dos escenarios de desarrollo de las energías renovables, que gracias al mecanismo de financiación propuesto permitirían la generación adicional de una cantidad de energía renovable en los países en desarrollo equivalente a entre 19 y 29 veces la electricidad total que genera España cada año. Con una media del precio de CO2 de 23 dólares por tonelada, el programa total costaría entre 76.300 y 61.400 millones de dólares anuales.

En cuanto a la energía solar termoeléctrica, que es la de mayor potencial en la región mediterránea, el mecanismo financiero propuesto permitiría instalar en los países en desarrollo entre 130 y 255 GW para 2030.

Greenpeace invita al Gobierno español a tomar en consideración esta propuesta y trasladarla al Plan Solar Mediterráneo, de forma que dentro de dicho plan se haga la primera experiencia de puesta en práctica del mecanismo de financiación de tarifas o primas de apoyo a las renovables. Para Greenpeace, el Plan Solar Mediterráneo debe tener como prioridad el crecimiento de las energías renovables en los países mediterráneos para satisfacer sus propias necesidades energéticas, considerando la exportación de electricidad de unos países a otros cuando los mercados nacionales dispongan de excedentes de generación renovable.

"A diferencia de la energía nuclear, el acceso a la energía solar es deseable para todos los países, pues no existe riesgo de que se pueda hacer un uso indebido de la tecnología para fines militares. El Plan Solar Mediterráneo debe poner los medios para que todos los países accedan a las tecnologías renovables y abandonen las energías sucias", ha añadido García Ortega.

La Conferencia sobre el Plan Solar Mediterráneo se celebra en Valencia el 11 y 12 de mayo, organizada por la Presidencia española de la Unión Europea. Greenpeace asiste a la conferencia, aunque la organización no ha permitido la presentación de la propuesta en el plenario.

Nota:

(1) 1 GW = 1.000 MW, que es la potencia típica de una central nuclear. España dispone actualmente de unos 19 GW de potencia eólica y unos 4 GW de solar. En los primeros cuatro meses de 2010, las renovables han generado en España el doble de electricidad que la nuclear.

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