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Probablemente ya hemos oido todos hablar del proyecto de energía solar en el Sáhara, que instalará centrales termoeléctricas en diferentes puntos de varios países del norte de África. En el mar del Norte se tiene previsto hacer algo parecido

La idea es construir una red eléctrica que conecta la generación de energía renovable que se produce en diversos lugares del Mar del Norte y de los países colindantes. Esto incluye, por ejemplo, los parques solares alemanes, los molinos de la costa escocesa, las centrales mareomotrices danesas o la energía hidroeléctrica de Noruega, país que también se ha incorporado a la iniciativa, a pesar de no pertenecer a la UE. Otros participantes son Francia, Bélgica, los Países Bajos, Luxemburgo, Suecia e Irlanda.

El propósito conceptual de esta red es debatir uno de los argumentos que durante años han esgrimido los contrarios a las energías renovables: la falta de seguridad en el suministro, en función de las condiciones meteorológicas. Cuando esté operativa, la red será alimentada desde muchos puntos diferentes de generación, que en su conjunto, reducirán la incerteza de la producción. Cuando haya superátiv,la infraestructura facilitará la venta entre países de manera que el aprovechamiento será máximo.

La apuesta estratégica comienza a cuajar por diversas razones. La primera es la constatación por parte de los países implicados de las enormes posibilidades energéticas de la región del Mar del Norte. La segunda es la necesidad de las grandes redes eléctricas continentales de ponerse al día, especialmente para asumir el crecimiento de la energía eólica. En este sentido, la iniciativa supondría un gran primer paso hacia una renovación a escala más grande. Y además, es una propuesta coherente con los objetivos de la UE de producir un 20% de energía renovable en 2020.

La viabilidad técnica de la infraestructura está avalada; ahora queda la financiación.

Fuente: Thecknos, Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de Barcelona