26/10/2006 - 10:00h

Regadío. ¿Qué estamos haciendo con nuestros ríos?

El mar de Aral se seca El hombre lleva manipulando la Naturaleza desde hace milenios, pero nunca antes fuimos tantos, ni con tanta capacidad de manipulación. Las grandes obras de ingeniería del siglo XX han transladado miles de toneladas de agua para regar tomates en medio del desierto. Y ¿cuál ha sido el resultado?

No se puede achacar sólo al cambio climático. Hemos metido la pata, y de qué manera. Nuestras políticas de presas y regadíos en territorios que por clima deberían albergar desiertos y no vergeles comienza a mostrar sus efectos a largo plazo.

El mar de Aral en 1989 El mar de Aral en 2003
En estas imágenes podemos observar la disminución de superficie del Aral en 14 años



La sobreexplotación y la agricultura no sostenible deja imágenes tan tristes como la que vemos a la derecha. El Mar de Aral era en los años 60 el cuarto lago del mundo. Desde 1960, ha perdido el 80% de su volumen porque el caudal de los dos grandes ríos que lo llenaban fue desviada al desierto para crear grandes plantaciones de algodón, hortalizas y otros cultivos en lugares donde antes únicamente había arena.

Las consecuencias de la sobreexpotación hídrica

Las ciudades antiguamente costeras han perdido población, y los que aún viven allí han visto arruinarse

  • ...su salud. El 90% de las mujeres tiene anemia y los índices de cáncer son más elevados de lo normal. La causa son los vientos cargados de sales y tóxicos que se encuentran en el antiguo lecho marino.
  • ... y su economía. La antigua industria pesquera ha desaparecido porque las especies autóctonas no han soportado el aumento de la salinidad.

El agua potable escasea y al desastre ecológico se une el humano. Aral es el primer nombre de una lista que puede ser más larga. Todos los grandes ríos del mundo están sobreexplotados.

Placas solares fotovoltaicas
Placas solares fotovoltaicas
Placas solares fotovoltaicas Diferentes imágenes fantasmagóricas de lo que antes era lecho marino.



Muchos grandes ríos del planeta se encuentran en una situación semejante: el Amarillo, el Indo, el Nilo…

Durante 1997, el cauce del Amarillo se secó en sus últimos 700 km durante 226 días consecutivos. China ya ha tomado medidas al respecto y una vez se detecta una bajada de nivel, se abren las compuertas de algunos canales para permitir que el agua siga fluyendo hasta el mar.

El 90% del caudal del Indo, compartido por India y Pakistán, no llega a su desembocadura, y el mar está inundando ya 500.000 hectáreas de cultivo en su delta. Parte de la población está abandonando ya estas tierras y dirigiéndose hacia las ciudades más populosas, como Karachi, donde aumentan los índices de delincuencia.

Sólo un cambio en la estrategia de la gestión hídrica, en la que se tenga en cuenta el equilibrio del ecosistema entero, puede frenar estas situaciones.

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