20/07/2009 - 10:01h

Ya comienza a acercarse el coche eléctrico en Barcelona, Madrid y Sevilla

El coche eléctrico comienza a extenderse por EspañaEl Proyecto Movele,coordinado por el IDAE, va a instalar 500 puntos de recarga para coches eléctricos en tres ciudades españolas.

 
La primera pregunta de cualquier comprador potencial de coches eléctricos es la de dónde podrá recargar la batería. Si dispone de un garaje con enchufe eléctrico, eso no será problema, pero si es de los que aparca el coche en la calle, de momento un conductor de coche eléctrico no lo tiene muy fácil. Son muy escasas las estaciones de recarga eléctrica disponibles hoy en la Península Ibérica, y es eso lo que está frenando la expansión de los vehículos eléctricos en nuestro país.

El Proyecto Movele prevé generalizar los puntos de recarga en tres grandes ciudades españolas, con lo cual la expansión de los automóviles eléctricas se expandirá rápidamente.

El motivo del cambio en el modelo de transporte


El coche eléctrico no es un invento de ahora; de hecho,los primeros coches fueron eléctricos, pero pronto se cambió a los combustibles fósiles dado que el descubrimiento de abundantes pozos de petróleo puso los combustibles fósiles de moda. La energía solar, por ejemplo, también se uso a finales del XIX en EEUU para calentar el agua, dado que en aquellos momentos no había una red nacional fiable de suministro de energía, dado lo rápido que se expandía el país hacia el oeste. Su uso también declinó debido a los mismo motivos.

Pero los combustibles fósiles son limitados, caros, nos hacen dependientes de países a menudo inestables y,lo que es más importante, generan grandes cantidades de emisiones de CO2 que provochan el cambio climático. Todas estas circunstancias se han combinado con la situación de crisis que vive el sector de la fabricación automovilística, con muchas empresas dependiendo de ayudas económicas para subsistir. Es necesario un cambio de modelo energético, eso se sabe desde hace años y es aceptado desde las grandes instituciones políticas y económicas mundiales -aunque en EEUU esta idea no ha calado hasta que Obama llegó al poder-. Y el momento de dar el gran paso hacia el gran cambio es ahora, porque en una depresión económica que no se había visto en 60 años, mover la maquinaria de la industria para fabricar coches eléctricos, aerogeneradores, placas fotovoltaicas y otros productos relacionados con la eficiencia energética y con las renovables dará empleo y calentará la economía.

El coche eléctrico

Otro de los problemas que presenta el coche eléctrico en el momento de evolución en el que se encuentra ahora es que apenas tiene 60 u 80 km a de autonomía debido a la escasa capacidad de almacenamiento que tienen las baterías, por lo cual aún  no es viable usar estos modelos de forma generalizada; los pocos modelos que se encuentran en el mercado ahora son, en su mayoría, coches pequeños pensados para el tráfico urbano. Investigadores de todo el mundo buscan optimizar las baterías para ampliar el segmento del coche eléctrico.

Por lo demás, cuando se subsanen los inconvenientes que tiene ahora mismo, el coche eléctrico sólo tiene ventajas. No emite gases ni otro tipo de contaminación -lo cual está supeditado, naturalmente, al tipo de energía que haya producido la electricidad que consume- y no hace ruidos -es tan silencioso que incluso es peligroso para los peatones, que no lo oyen llegar. Si su uso se generalizase, el centro de las ciudades cambiaría radicalmente, eliminándose el olor de los tubos de escape y el ruido del tráfico.
El coche híbrido
Está claro que los combustibles fósiles no van a dejar de usarsede un día para otro. Y el coche híbrido probablemente se constituirá en la fase de transición entre el modelo fósil y el modelo eléctrico. Dispone de dos motores; uno eléctrico y otro térmico. Ambos encienden de forma automática en función de las necesidades del vehículo. En estos modelos, durante el tráfico urbano se enciende el motor eléctrico, entrando el térmico en marcha sólo cuando se supera cierta velocidad o cuando es necesario acelerar. Además, el motor eléctrico absorbe la energía cinética de las frenadas y las convierte en una electricidad que almacena en la batería, aumentando así el ahorro de combustible.

Fuente: Sostenible.cat
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