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Bajo los lemas: "La tortura no es cultura" o "El río es vida, los encierros no", unas doscientas cincuenta personas se manifestaron el viernes pasado por las calles de Amposta (Tarragona) en contra de las fiestas taurinas con el objetivo de criticar "las prácticas que comportan sufrimiento a otros seres vivos", según han subrayado las seis entidades en defensa de los animales que han convocado la protesta pacífica.

 

Durante la marcha, los manifestantes recibieron insultos y el impacto de huevos por parte de personas partidaries de los encierros ("correbous") y las corridas. Ahora bien, los convocantes de la protesta han lamentado estos incidentes y han remarcado el carácter pacífico de la manifestación.

El objetivo de la convocatoria era demostrar que "no todos en estas tierras comparten y apoyan los actos", según ha informado el PACMA (partido animalista). "Queremos hacer público lo que pasa, que no se cumple la Ley de Protección de Animales y que no hay vigilancia ni sanciones", ha señalado la entidad, que ha resaltado la crueldad de las actividades: "Los toros en el Ebro reciben golpes, patadas, descargas eléctricas, y se educa a los menores en la crueldad hacia los otros seres vivos".

La marcha finalizó ante el Ayuntamiento de Amposta donde se leyeron tres comunicados. La marcha contaba con el apoyo de la Plataforma Inciativa Animalista que organizó autocares desde Barcelona y Valencia. También había manifestantes de Tarragona, Zaragoza y el País Vasco.