8/04/2010 - 16:31h
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Aprovechar los residuos forestales para una caldera de biomasa tiene una ventaja doble: por un lado la limpieza del monte reduce el riesgo de que se produzcan incendios.
Por otro, se consigue un combustible barato, ecológico y local para la calefacción tanto de viviendas individuales como para district heating o para la creación de calor para procesos industriales.
Los combustibles fósiles emiten CO2 y además son cada vez más caros e insostenibles. Las energías renovables se perfilan como una alternativa, como la creación de un nuevo modelo energético más ecológico que contribuya a frenar el cambio climático.
Naturalmente, no todas las energías renovables son aplicables en todos los sitios. Pero en todos los lugares están disponibles, y es necesario aprovechar en cada lugar los recursos naturales de que dispone. La energía solar es una fuente inagotable de calor y electricidad en Levante, centro y sur peninsular, mientras que la eólica es la reina en Navarra y Galicia. La biomasa es recomendable en municipios que se encuentren situados en zonas rurales -ya que transportar el combustible disminuye la sostenibilidad de este recurso-, y la geotérmica es aplicable en cualquier lugar.
En el caso de quienes viven cerca de los bosques, o de municipios que disponen de este recurso natural, es ideal realizar limpiezas forestales para reducir el peligro de incendio, creando simultáneamente empleo y aprovechando el combustible para la calefacción. Las actuales calderas de biomasa ofrecen rendimientos muy elevados, así como grandes comodidades, por ejemplo la alimentación automática desde un silo donde se encuentra acumulado el combustible. Naturalmente, esto sólo es posible cuando se utilizan pellets o astillas, ya que las calderas de leña, aunque muy eficientes, siguen teniendo que ser alimentadas manualmente, con el trabajo que eso supone.
Las calderas de pellets utilizan estas pequeñas bolitas fabricadas a partir de residuos forestales mezclados con otros desechos procedentes de la madera. Los pellets están especialmente tratados para optimizarlos para la combustión. Existen también calderas de astillas, que pueden ser utilizadas frente a las calderas de leña si disponemos con facilidad de la leña. Podemos convertir la leña en astillas nosotros mismos, con comididad que eso implica al poder alimentar las calderas de forma automática. Con este objetivo, se han ideado máquinas especiales que trituran la leña, pudiendo ser programadas para producir tamaños específicos.
La posibilidad de convertir en astillas la leña recogida por uno mismo puede ser aprovechada tanto por particulares como por colectividades, ya que las calderas y las trituradoras de madera están disponibles en un amplio abanico de potencias.
También existen estufas de leña y pellets, ideales para viviendas que no disponen de calefacción central. Además, las estufas de leña tienen un horno incorporado donde se puede cocinar simultáneamente.
Fuente de la foto: Vermeer Spain, trituradoras de madera
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