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Los españoles tenemos la mala costumbre de aceptar bolsas de plástico en el supermercado cada vez que vamos a comprar. Esto es un dispendio, y es además contaminante.

Las bolsas de plástico utilizan el petróleo como materia prima y además no son biodegradables, con lo cual cada una de las bolsas que acaba en un vertedero o simplemente tirada en medio del bosque podrá ser encontrada por tus tataranietos: duran unos cien años.

Por este motivo, el Ministerio de Medio ambiente ha previsto en el Plan Nacional de Residuos introducir 'instrumentos ecónomicos' para reducir su uso. Con esto pueden referirse a que los comercios cobren una cantidad por cada bolsa expendida, al igual que en otros países de Europa. En esos territorios, y con el objeto de ahorrarse los 5 ó 10 céntimos que cuesta cada bolsa, la ciudadanía tiene la costumbre de ir a comprar con bolsas de tela, carritos, mochilas o incluso cestas de mimbre (verídico). De esta forma el país se ahorra petróleo y el medio ambiente se ahorra basura.

El objetivo del Plan de Residuos es eliminar el uso de este tipo de bolsa en un 70% y en la medida de lo posible, sustituirlo por bolsas de papel.