La disponibilidad de agua potable se está convirtiendo en un importante asunto social, especialmente en países en vías de desarrollo. Los patógenos presentes en el agua son una importante causa de enfermedad en muchos países. En zonas industrializadas, los contaminantes orgánicos y patógenos también pueden contaminar el agua intratada derivada de procesos del sector del papel, textiles, cuero, acero, hierro e industria petroquímica.
El agua purificada mediante procesos tradicionales normalmente requiere de posteriores tratamientos, tales como cloración, para convertir el agua en potable. Recientemente la atención se enfoca en nuevos métodos que utilizan nanopartículas de hierro y nanocatalizadores para eliminar contaminantes. De todas formas, estos métodos requires de técnicas sofiscicadas de filtrado para eliminar el nanomaterial, lo que no siempre es factible en depuradoras pequeñas.
Un nuevo estudio australiano ha demostrado por primera vez que las partículas más grandes de sílice pueden ser utilizadas para eliminar contaminantes orgánicos simplemente añadiéndolas al gua contaminada. EL sílice es cubierto por una capa química nanométrica que atrae los contaminantes y los deja pegados. Las partículas de sílice pueden ser fácilmente filtradas, eliminando la necesidad de complejos tratamientos y conviertiendo a esta tecnología en particularmente adaptable a depuradoras de pequeño tamaño. Esto sugiere que esta tecnología pueda aplicarse próximamente a instalaciones de tipo local.
Además de en partículas de sílice, la capa química activa puede ser depositada en otras sustancias y estructuras, lo que sugiere que esta tecnología podría ser incorporada en una variedad de diseños de tratamiento de agua a varias escalas, haciéndolo útil en procesos de purificación tanto centralizados como descentralizados.
La tecnología se basa en la capa activa que recubre la superficie de las partículas de sílice. La capa, de una sola molécula de espesor, está elaborada de moléculas de hidrocarbono que se alinean ellas mismas para formar una monocapa autoensamblada (SAM en sus siglas en inglés). Los investigadores sugieren que estas monocapas eliminan los contaminantes y los patógenos a través de atracción electrostática.
Fuente: Majewski, P.J. y Chan, C.P. (2008). Water purification by functionalised self-assembled monolayers on silica particles. International
Journal of Nanotechnology. 5 (2/3): 291-298.
Contacto: peter.majewski@unisa.edu.au