News Soliclima 24/01/2006 - 18:26h
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Entre sus principales ventajas destacan el ahorro energético (más de un 60% respecto a una vivienda convencional), el menor impacto ambiental y mayor confort de sus habitantes. Si está pensando adquirir una vivienda bioclimática, infórmese bien de su funcionamiento y averigüe si su comunidad autónoma o ayuntamiento ofrece algún tipo de subvención a estas edificaciones.
Los edificios y la construcción acaparan el 60 por ciento del consumo de materiales y energía y de la mitad de los residuos y contaminación que se producen en el planeta. En un momento de crisis energética y de creciente concienciación medioambiental, las viviendas bioclimáticas constituyen la principal aportación de la arquitectura a un modelo de desarrollo sostenible.
Una vivienda bioclimática es aquella que sólo mediante su configuración arquitectónica es capaz de satisfacer las necesidades climatológicas de sus habitantes, aprovechando los recursos naturales y evitando el consumo de energías convencionales. Una casa bioclimática nos permite estar frescos en verano y guardar el calor en invierno, aunque la temperatura exterior sea muy baja.
El uso de la arquitectura bioclimática no es nuevo: las viviendas en cuevas y gran parte de las construcciones tradicionales se basan en principios bioclimáticos. Sin embargo, en la actualidad se trata de un tipo de vivienda poco extendida. Aunque no existe ningún registro específico, en España se calcula que hay entre 500 y 1000 edificios de este tipo, según datos del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT).
Para el funcionamiento bioclimático de una casa, es necesario generar un sistema de calentamiento y otro de refresco y ventilación. En algunos sistemas conviene desarrollar estrategias dirigidas a la obtención, la acumulación y la transmisicón del calor y del frío. Existen numerosas técnicas, que varían en función del tipo de vivienda (aislada, adosada o en bloque), la climatología del lugar, el diseño arquitectónico, el presupuesto, etc.
Arquitectos y moradores de viviendas bioclimáticas coinciden en hacer un balance muy positivo de este tipo de construcciones. Así, entre las ventajas más destacadas se encuentra el ahorro energético, unido a la mayor iluminación natural, ya que según los estudios realizados por el CIEMAT, la arquitectura bioclimatica en España permite economizar entre el 60 y el 100% del consumo energético de una vivienda convencional. Este menor consumo se traduce en un ahorro económico, que se calcula en un mínimo de 1000 euros anuales.
Fuente: Diario Córdoba, 11 de marzo de 2006