News Soliclima   25/07/2005 - 17:13h

Climatización de piscinas cubiertas

Climatizar una piscina cubierta requiere una gran cantidad de energía. El uso de un equipo eficiente y que sea respetuoso con el medioambiente es muy importante en este campo.

La mejor forma de climatizar una piscina cubierta es la bomba de calor.

La bomba de calor, que es alimentada mediante electricidad, consigue generar más calor que la energía que consume ya que extrae energía del entorno, generalmente del aire. Es usual que los equipos para piscina consigan un coeficiente de eficiencia COP cercano a 6, es decir, generan seis veces más energía que la que consumen. La bomba de calor puede usarse también para alimentar el sistema de calefacción y calentar el agua doméstica.

El principio de funcionamiento es el mismo que usa un aparato frigorífico. Un refrigerador consigue enfriar un recinto ya que absorve energía del aire interior, a baja temperatura, y la cede al aire exterior, a mayor temperatura, calentándolo. Si invertimos el funcionamiento de un refrigerador, enfriando el aire exterior y calentando el interior, obtenemos una bomba de calor. Por esta razón la mayoría de bombas de calor son reversibles y permiten refrigerar en verano y calefactar en invierno.

La bomba de calor presenta eficiencias muy elevadas cuando la diferencia entre la temperatura de confort en el interior de una vivienda y la exterior es moderada (alrededor de 10 ºC). Por eso funciona muy bien en zonas como la mediterránea, donde el clima es benévolo.

En climatización de piscinas cubiertas se puede usar también un sistema de energía solar térmica que complemente la bomba de calor y reduzca su consumo energético.

Además de la producción de calor dentro del recinto donde está situada la piscina, es necesario también tener en cuenta la necesidad de instalar deshumidificadores de ambiente, para evitar la condensación.


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