News Soliclima    2/09/2005 - 11:26h

La bomba de calor: Refrigeración de alto rendimiento

La bomba de calor es un ingenio usado en climatización, alimentado mediante energia eléctrica, que aporta a una estancia más energía de la que consume*. Esto lo consigue transmitiendo calor de un lugar a otro, en función de cuál sea el uso al que se destina.

Un ejemplo de aparato que se sirve de la misma forma de funcionamiento es el frigorífico, que expulsa el calor del interior hacia fuera. Por eso la parte posterior de la nevera emana siempre temperaturas tan elevadas. Las bombas de calor que alimentan un sistema de calefacción funcionan de la forma contraria: absorven calor del exterior y lo transmiten al interior de la estancia.

En principio, las bombas de calor instaladas como sistemas de climatización son reversibles, pudiendo usarse a lo largo de todo el año, para calefactar en invierno y para refrigerar en verano. Su eficiencia es óptima cuando se combina con un suelo radiante, -sistemas de tuberías que recorren el suelo de la estancia por los que puede fluir tanto agua caliente como fría -, alcanzando unos importantes ahorros de energía anuales.

Combinar una bomba de calor con una instalación solar térmica para agua caliente puede cubrir todas las necesidades energéticas de una vivienda unifamiliar: agua caliente, calefacción, refrigeración y climatización de piscina cubierta, todo usando únicamente electricidad como energía primaria, y con la ventaja de ser un sistema de alta eficiencia.

Los tipos principales de bomba de calor usados en climatización son tres:

Bomba Aire – agua: extrae calor del aire exterior de la vivienda y lo transmite al agua usada en el sistema de calefacción y / o agua caliente. Es el tipo de bomba más adecuado para combinar con suelo radiante

Bomba Aire – Aire: transmite el calor sólo a través de aire, siendo la refrigeración o calefacción de las estancias mediante ventilación.

Bomba geotérmica: este tipo de bomba se aprovecha de la energía geotérmica, es decir, de la capacidad del subsuelo de mantenerse a una temperatura constante, independientemente de las condiciones climatológicas que se den en la superficie.

Su instalación es mucho más compleja, ya que requiere realizar prospeciones en el terreno cercano a la vivienda, pero su eficiencia es mucho más alta que la de una bomba convencional. Básicamente, los principios de funcionamiento son los mismos, aunque en lugar de absorver o expulsar el calor a la atmósfera, se juega con el subsuelo.

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* Se llega a alcanzar un nivel de eficiencia COP de 4 en calefacción y de 3.5 en refrigeración. Esto significa que por cada unidad de energía consumida, se obtienen 4 unidades de energía térmica.


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