News Soliclima 25/07/2005 - 17:20h
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Aunque parezca contradictorio, puede generarse frío a partir de calor. Este hecho es muy atractivo, ya que es en verano cuando mayor demanda de frío hay y mayor disponibilidad de energía solar térmica se presenta.
Es posible refrigerar una vivienda con la misma instalación de suelo radiante con que se calienta en invierno. Para calefactar se hace pasar agua caliente y para refrigerar agua fría. Ahí no queda todo, ya que en verano hace falta deshumidificar el ambiente. Para ello se tendrán que instalar unos deshumidificadores Fan-Coils.
La máquina de absorción
La máquina de absorción fue inventada en 1859 y el sistema de funcionamiento es muy parecido al de un refrigerador o bomba de calor. Básicamente se sustituye el compresor mecánico por un sistema térmico de evaporación y absorción, quedando igual el circuito del refrigerante.
Acoplando un refrigerador por absorción a una instalación solar térmica se conseguiría, además de agua caliente y calefacción en invierno, agua caliente y refrigeración en verano. Pero esta opción presenta algunos inconvenientes.
La tecnología de absorción permite aprovechar el calor de un fluido a 70 – 95 ºC para generar frío, presentando un coeficiente de eficiencia COP muy fuertemente ligado a la temperatura. El COP oscila entre 0,7 i 1,4 según la temperatura del fluido caliente esté en el limite inferior o superior.
Los captadores solares, al depender del sol, no pueden garantizar un suministro constante de agua caliente a la temperatura deseada. Para garantizar la potencia frigorífica necesaria de una vivienda, tendrá que sobredimensionarse el equipo de absorción e instalarse una caldera de apoyo para calentar el fluido caliente cuando no llegue a la temperatura deseada.
Los colectores solares de tubos de vacío son los más apropiados para conseguir una temperatura óptima para el funcionamiento de la instalación, pero mucho más caros que los captadores planos.
El coste de una máquina de absorción ya es elevado de por si. A este tendrá que sumársele el de la instalación y de sus componentes, así como el del consumo de combustible del calentador de apoyo.
Además, la instalación necesita una torre de refrigeración, un elemento conflictivo en la actualidad por ser lecho de cultivo de legionela y que necesita mantenimiento constante y una ubicación especial.
Todo esto hace que la utilización de este sistema no sea la mejor forma de refrigerar utilizando energías renovables, por ser poco económica, con una elevada inversión inicial, y tener la necesidad de mantenimiento constante.
La alternativa
Los equipos de aire condicionado o bomba de calor convencionales consiguen mejor coeficiente de eficiencia COP, alrededor de 3,5 4,5, con lo que el ahorro energético es mucho mayor.
Además, el coste de inversión y mantenimiento es más bajo, y su tecnología más extendida en el mercado.
Para su funcionamiento consumen energía eléctrica que puede producirse de forma limpia y gratuita con paneles solares fotovoltaicos. Estos se adaptan muy bien ya que en verano, cuando hay más necesidad de enfriar, pueden generar más cantidad de energía debido a que hay más horas de sol.
El coste de una instalación fotovoltaica, además, está subvencionado por el estado y puede conectarse la instalación a red para vender la electricidad generada y conseguir beneficios, amortizando antes la inversión.
Utilizando la misma fuente de energía, el sol, este sistema consigue mejor rendimiento con una instalación más sencilla, sin necesidad de mantenimiento y una inversión inicial mucho menor.
Si se desea refrigerar en verano y calefactar en invierno, es muy aconsejable instalar una bomba de calor con suelo radiante y deshumidificadores. El sistema permite utilizar colectores solares térmicos para calefacción y paneles fotovoltaicos para el consumo eléctrico.