News Soliclima   24/07/2008 - 19:00h

La nueva regulación de la fotovoltaica cierra un período que ha generado un movimiento especulativo

Energía solar fotovoltaica.La sucesión de hechos que ha jalonado la elaboración del nuevo decreto de energía solar fotovoltaica han devenido en una propuesta que la semana que viene será estudiada por el Consejo de Administración de la Comisión Nacional de Energía. Hablemos de las claves que dibujan el punto de llegada de todas estas negociaciones y de porqué hemos llegado a dónde hemos llegado, hoy casi visto para sentencia.

La gestión del tiempo en la negociación. El sector fotovoltaico se ha quedado atrapado en una trampa regulatoria. El R.D. 661/2007, sus límites de instalación (1.200 MW, con tope el 28 de septiembre, su retribución elevada (que ha provocado una estampida especulatoria) y su "totum revolutum" habían puesto al sector en una ratonera. El hecho es que en la negociación, han existido más sombras que luces y la actuación del anterior Secretario General de Energía, Ignasi Nieto, acostumbrado a empujar y parar, dejó también un caramelo envenenado a Pedro Marín. El hecho es que el propio proceso de negociación del R.D. 661/2007 focalizó la presión en ajustar (por volumen) la retribución de la energía eólica.

El resultado es que el propio R.D 661/2007 se quedó obsoleto en el ámbito de la fotovoltaica nada más salir. Tanto es así que la "ocurrencia" de la modificación del período de aplicación de la retribución por la vía de la corrección de errores en el BOE señaló una situación, en conjunto, pintoresca. Pero es que la carrera sectorial por acceder a esta retribución provoca que más del 20% de los parques en proyecto no lleguen a la misma, lo cual, se puede transformar en una cuchilla importante para estos promotores (Industria ha dejado muy claro que no habrá prórrogas de la retribución anterior). Y, por tanto, la negociación se ha hecho sin oxigeno y con una olla a presión interna cada vez más caliente.

La atomización sectorial. Un boomerang que se ha vuelto contra el sector en la negociación. El sector ha carecido de grandes empresas, tanto de generación, como de promoción y fabricación de componentes, y su organización pivota fuertemente en los promotores. De hecho, algo que se ha criticado es que ya no existen diferencias y que Industria impide la división de las grandes plantas fotovoltaicas, algo que se hacía para aumentar la retribución. Incluso la propia propuesta retributiva que hacía ASIF era progresivamente creciente, cuanto menor era el tamaño de las plantas. En realidad, lo que ha hecho Industria, es fijar un límite máximo de 10 MW en las instalaciones y tratar retributivamente el tamaño de las mismas de manera homogénea. Contra esta alternativa hay versiones para todos los gustos, la primera es que existiendo plantas grandes y el proyecto que se ha conocido con un límite tan bajo de instalación, caben pocas instalaciones, cuanto más grandes menos. Muy pocas instalaciones. La segunda proviene de las propias empresas de distribución de electricidad que han visto una avalancha de peticiones de conexión de red de los parques. Al parecer la concentración del volumen de los huertos sería positiva, favorable.

La expectativa de bajada de precios de las placas. Uno de los elementos que se ha situado en el trasfondo de toda la negociación, es la perspectiva de que las placas solares iban a disminuir su precio por evolución tecnológica. Una bajada de precios que no quería hacerse efectiva por parte de los fabricantes hasta que no entrase en marcha la nueva retribución. Hoy casi nadie duda que la energía solar fotovoltaica es un negocio financiero y si la reducción de costes prevista iba a rondar el 35 %, parece que virtualmente se produciría una equivalencia en la reducción de las primas. El problema es que fuentes del sector consultadas señalan que esa reducción no se producirá o no se producirá en esa medida por la mayor demanda de placas existentes en el exterior, fundamentalmente Italia y Marruecos. También es cierto que la retribución fijada en el R.D. 661/2007 ha sido tachada de excesiva y generosa y que las rentabilidades que ofrecía eran mucho más atractivas que en otros sectores.

Diferencias sectoriales. La atomización sectorial se ha transformado además en diferencias. El sector, por debajo de la mesa, ha expresado fuertes diferencias con la estrategia negociadora entre APPA y ASIF y el Ministerio de Industria. Uno de los elementos más evidentes ha sido la escisión de una nueva asociación en pleno proceso, AEF (Asociación Empresarial Fotovoltaica), que recoge a las empresas más grandes del sector, entre ellas las cotizadas, que son las que más han sufrido los rigores del nuevo decreto. No obstante, las asociaciones han endurecido fuertemente su postura en la fase en la que se encuentra el decreto " trámite ante la Comisión Nacional de Energía- conscientes de que posiblemente estén ante su último cartucho para poder modificarlo. La postura que puedan adoptar los consejeros, aún es una incógnita, dado el vértigo del trámite que lleva la propuesta (Esta llegó a finales de la semana pasada a la CNE y, ahora, los servicios técnicos tienen que elaborar un informe que se prevé resolver, como informamos hoy, a finales de la semana que viene).

El resultado, un modelo muy restrictivo. En conjunto, parece que el frenazo que quiere imprimir Industria al sector es muy grande. La situación de límites de instalación para 2009 en suelo y techo, de 100 y 200 parece que es muy dura en el primer caso, y casi inalcanzable en el segundo. Y más, si del cupo de los 100, hay que ir restando los que no entren en el actual marco. El parón está servido para el sector que, inevitablemente, tendrá que vivir una reconversión, casi por el motivo inverso, que le llevó a la efervescencia.

Fuente: Energía Diario.


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