News Soliclima    6/03/2006 - 16:06h

El CENER

El Centro Nacional de Energías Renovables -CENER-, promovido por el Gobierno y la comunidad de Navarra, es un lugar de referencia en las investigaciones sobre energías limpias desde que empezó a funconar en el 2002. Aquí se diseñan los aerogeneradores del futuro; se verifica el rendimiento de las placas fotovoltaicas y se experimentan los cultivos energéticos destinados a producir biocombustibles: los biocarburantes que pueden ayudar a pasar página a la era del petróleo.

El diseño de palas para distintos tipos de aerogeneradores, las mejoras aerodinámicas para reducir el ruido o el estudio del comportamiento de materiales centran buena parte de la actividad en materia eólica de este centro, que ha sido concebido como un laboratorio de investigación práctica pra dar apoyo y servicios a las empresas. Los aerogeneradores que ahora se están colocando en las montañas tienen palas de 55 m. y una potencia de 2MW., pero el laboratorio de ensayos que está construyendo el CENER pondrá a prueba palas de hasta 70 metros y equipos gigantes de 5MW. de potencia. Los ensayos son clave para comprobar la fatiga de los materiales empleados en la fabricación de molinos. "Si tienes un problema en la fase comercial, tienes mil problemas; tantos como aerogeneradores has instalado. y esos fallos pueden llevar a una empresa a la quiebra", argumenta Javier Sanz, director técnco adjunto del CENER. Cómo hacer que los molinos sean menos visibles, cómo moverlos o anclarlos en el mar, cómo transportarlos en camiones con palas de 70 metros. Son preguntas a las que el centro da respuesta.

El CENER provee a las empresas de las predicciones metereológicas y económicas que necesitan para acudir al mercado eléctrico y decir en cada momento qué energía pueden ofrecer (en la subasta para casar oferta y demanda). El acierto de estas predicciones es fundamental para prestigiar esta fuente. 'Antes, criticaban a la energía eólica porque se interrumpía de golpe al dejar de soplar el viento; pero ahora imploran que esta fuente no pare', dice Sanz, pues la eólica está aportando hasta el 20% de la electricidad.

Los trabajos del CENER cubren también las áreas de fotovoltaica, la arquitectura ecológica, el hidrógeno o la biomasa. En este último punto, destacan las investigaciones sobre bioetanol y biodiésel, biocombustibles que se obtienen de cultivos energéticos (cereal, colza...) y que se pueden utilizar mezclados con gasolina en vehículos adaptados (en el primer caso), o directamente en los nuevos vehículos diésel, en el segudno caso. Aquí se están haciendo pruebas para reaprovechar los residuos de la industria conservera (pimientos, tomates, espárragos) explorando las posibilidades energéticas de los restos vegerales para obtener bioetanol. Por otra parte, se están desarrollando semillas con alto contenido en aceite destinadas a convertirse en carburante biodiésel.

En materia de energía solar, el centro homologa y acredita los captadores solares que calientan agua y verifica las resistencias de los paneles fotovoltaicos.

Además, está desarrollando un almacén de hidrógeno, obtenido con electricidad de origen eólico (en un proceso de electrolisis). Ahora, el gran reto de la electricidad es el almacenamiento. Pero si se convierte en hidrógeno, se obtiene energía disponible apra ser conectada a la red cuando queramos, con una combustión. La investigación persigue, pues, que los molinos de viento no dejen de producir nunca energía, ni siquiera cuando, por la razón que sea, no pueden estar conectados a la red. Desenchufados, producirán hidrógeno.

Fuente: La Vanguardia, 6 de marzo de 2006

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Site del CENER


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