A la actual directora del proyecto, María Rosario Heras Celemín, los suecos la preguntaban hace unos años cómo aprovechábamos los españoles la energía solar. Y ella respondía que en la playa, para ponernos morenos.
Esto está cambiando. No sólo es normativo realizar instalaciones de energía solar en todo nuevo edificio español desde 2006; además se está realizando también una gran inversión para investigar cómo hacer edificios más eficientes aplicando criterios bioclimáticos de construcción e instalando dispositivos basados en las energías renovables y la eficiencia energética.
El proyecto se llama ARFRISOL, y ha desarrollado cinco edificios diferentes en cinco diferentes localidades españolas para observar qué sistemas son los más eficientes teniendo también en cuenta el clima. La tesis a demostrar es que es posible ahorrar hasta un 90% de la energía consumida por un edificio convencional teniendo en cuenta ciertos criterios a la hora de construir, como por ejemplo la orientación de la fachada principal, y utilizando energías renovables. Las instalaciones renovables se basarán en material español, con el objeto de estudiarlo durante su funcionamiento y optimizarlo. Se seguirán tomando datos hasta 2010.
Entre los sistemas investigados se encuentra la refrigeración solar, un nuevo producto solar que ya existe en el mercado. Su aprovechamiento y optimización es ideal en nuestro clima porque podemos aprovechar precisamente lo que genera el calor para librarnos de él.