9/06/2006 - 11:14h

Consejos para reducir el consumo de energía

Hoy en día, resulta difícil imaginar un mundo sin combustible para los coches o sin electricidad para las casa. La industria, el transporte o nuestros hogares, dependen de fuentes de energía que no siempre son demasiado limpias. En los países industrializados consumimos el 70% de la energía de todo el planeta; dependemos del petróleo, el carbón, o el gas natural: los llamados combustibles fósiles. Aunque hay nuevas formas de energía, más de un 85% de la que consumimos en Europa proviene de estos combustibles.

Dentro de las energías que emplean combustibles fósiles las hay más o menos medioambientales. Por ejemplo, el gas natural, tiene este origen, pero tiene un escaso nivel contaminante y varios usos industriales y domésticos. No obstante y dentro de nuestras posibilidades, un consumidor responsable con el medio ambiente, opta en primer lugar por reducir el consumo de energía, y en la medida de lo posible, utilizar las formas de energía menos contaminantes.

Energía para el hogar

La mayoría de la energía consumida en el hogar es la eléctrica. Esta energía proviene de las centrales hidroeléctricas, que aprovechan la energía del agua. Pero, en muchos casos, también proviene de centrales térmicas, que aprovechan la energía del carbón, del fuel o gas natural y de las centrales nucleares.

En lo que a consumo de energía eléctrica se refiere existen muchos hábitos que pueden ser modificados para realizar un consumo más responsable de todos aquellos aparatos eléctricos de los que disponemos en nusetro hogar. Ahorrar electricidad es realmente crucial. Nunca se insistirá lo bastante en que ahorrar una parte de electricidad en su destino final, equivale a ahorrar cuatro partes de carbón o de petróleo en el orígen, con la consiguiente disminución de la contaminación atmosférica. Entre otras fuentes de consumo eléctrico, un buen uso de los electrodomésticos es fundamental para ahorrar algunos euros en la factura de la electricidad.

Consejos para disminuir el consumo de energía

Algunos de los siguientes consejos ayudarán a que disminuya realmente el consumo de energía. Por ejemplo, no es aconsejable abrir el frigorífico más allá de lo necesario ni dejar las puertas abiertas; pero tan importante como eso es descongelar la nevera o el congelador cuando veamos que en sus paredes se forma una capa de hielo. Esto se debe a que estas incrustaciones de hielo hacen que el motor tenga que trabajar de una forma más continua para mantener la temperatura fijada. También cuando utilizamos el horno y éste está en marcha debemos evitar abrirlo con frecuencia porque pierde calor, así que recomendamos utilizar la luz interna que incluyen hoy en día la práctica totalidad de los hornos.

Otro electrodoméstico con cuyo uso podemos ahorrar es la plancha. Si planchamos primero aquellas prendas que exijan una temperatura más baja y dejamos un último lugar las que requieran más calor, nos habremos ahorrado el tiempo que necesita la plancha para enfriarse hasta la temperatura necesaria para planchar las prendas que necesitan temperaturas inferieores. Además de los electrodomésticos, adquirir fluorescentes y bombillas de bajo consumo merecen la pena porque pese a que el coste inicial es mayor que el de las habituales, el consumo es mucho menor y acaban resultando más rentables. Con el lavavajillas, usar los ciclos de lavado más cortos y secar los platos al aire libre es una buena manera de reducir su gasto energético. Enjuagar siempre con agua fría en la lavadora, y elegir el programa de lavado ajustado a la cantidad de ropa. En la secadora de ropa, secar aparte la ropa liviana de la gruesa, y limpiar el filtro después de cada secado. Aunque siempre el secado más eficiente será el aire libre. Luego, hay otra serie de consejos, como apagar las luces encendidas al salir de una habitación, y apagar las luces en habitaciones desocupadas. Sea en la casa o en el trabajo, tener luces encendidas innecesariamente aumentan mucho el consumo general. Reemplazar las bombillas incandescentes por fluorescentes o de bajo consumo es algo muy saludable. Así mismo, un uso correcto del aire acondicionado en verano también puede ayudar mucho. También es bueno desconectar los aparatos que no se utilizan frecuentemente, y apagar completamente los televisores o equipos de audio cuando no se están utilizando. Pensando en el largo plazo, comprar electrodomésticos energéticamente eficientes es una buena opción a la hora de renovar los antiguos.

Fuente: F.A. Ideal de Granada extra, 5 de Junio de 2006

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