Según un estudio de Unión Fenosa, los catalanes han introducido durante 2005 sencillas prácticas de eficiencia energética en el hogar que han supuesto un ahorro de energía de un 5% respecto a lo ahorrado durante 2004, el doble de la media española.
Este estudio, elaborado a partir de 4.100 entrevistas a lo largo de todo el estado español, afirma así mismo que el potencial de ahorro de energía en hogares catalanes es aún de un 8.8% más, equivalente a 193 millones de euros.
Estas nuevas costumbres consisten en actuaciones muy sencillas, como por ejemplo liberar las ranuras de ventilación de los electrodomésticos, no guardar comida caliente en la nevera, y usar los programas de media carga de lavavajillas y lavadoras.
Aún por adoptar quedan medidas también muy útiles, como usar bombillas de bajo consumo o instalar ventanas de doble cristal.