15/05/2010 - 11:07h

Investigadores europeos analizan el flujo de energía

Investigadores europeos han desarrollado un mapa de energía que traza el flujo de la energía desde las fuentes originales hasta el servicio final que le otorga a la sociedad. Este mapa es útil para analizar dónde es posible ahorrar más energía, donde se puede reducir las emisiones de gases con efecto invernadero con el menor esfuerzo posible.

Según la IEA (Agencia Internacional de la Energía), la estrategía más sencilla y barata de reducir emisiones de gases de efecto invernadero es la eficiencia energética. Ya se ha trazado el flujo de la energía en ocasiones anteriores, pero este nuevo mapa ofrece nuevas contribuciones:

1. Traza el flujo de energía desde la fuente original hasta los servicios finales, tales como el transporte de pasajeros y la calefacción doméstica.
2. Dentro de cada cadena de flujo, se focaliza en los componentes técnicos más que en los sectores económicos. Por ejemplo, los motores eléctricos no se encuentran en un solo sector, sino en varios: transporte, industria y edificios. El estudio analiza los motores eléctricos en su conjunto, no por sector.
3. Distingue entre sistemas pasivos y dispositivos de conversión de energía. Estos últimos son por ejemplo los motores, calentadores, calderas, estufas, etc. Los sistemas pasivos son la parte técnica final de la cadena de energía sólo la consumen: vehículos, electrodomésticos...
4. Identifica áreas clave donde la innovación tecnológica podría producir grandes ahorros energéticos.

Utilizando datos principalmente de la IEA, la investigación produce un mapa que traza el flujo de energía a través de la sociedad. Se ha dividido en cuatro columnas: fuentes de energía, dispositivos de conversión, sistemas de energía pasivos y servicios finales. Una copia del mapa puede encontrarse en la página de este enlace.

Si se analizan las diferentes columnas, queda claro que los combustibles fósiles todavía son la principal fuente de energía usada en esta sociedad. Las fuentes de energía de bajo contenido en CO2 apenas superan el 20% de la energía consumida, y están dominadas por la nuclear, la hidroeléctrica y la biomasa. La energía renovable procedente del viento, sol, mar y subsuelo apenas suponen todavía menos del 1% de la energía consumida en todo el mundo.

El mapa indica que el mayor potencial de ahorro se encuentra en los dispositivos de conversión de energía: calentadores, calderas y motores, más que en la iluminación, la electrónica o la aviación civil y militar. En el transporte sólo se puede reducir las emisiones de momento reduciendo el uso de los servicios.

 

 

 

Observando el mapa se pueden identificar cadenas de energía alternativas que pueden ofrecer ahorros de energía. Por ejemplo, sustituyendo los motores de gasolina por motores diésel, se podría ahorrar una gran cantidad de energía en todo el mundo. Pero el presente estudio no ofrece cadenas de energía alternativas, sino que se limita a analizar el flujo de la energía. Es necesario seguir investigando sobre las cadenas alternativas.

Más información en jma42@cam.ac.uk

Fuente: Unión Europea

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