El estudiante de doctorado en Yale Robert MacGinnis y su mentor, Menachem Elimelech, director del dep. de Ingeniería química y medioambiental, han diseñado un sistema que potabiliza agua, incluida el agua de mar, y genera electricidad gracias a fuentes de calor de baja temperatura.
La Universidad de Yale está comercializando esta tecnología de desalación a través de una nueva empresa, Oasis. El aparato, que sólo requiere la décima parte de la energía utilizada en sistemas de desalación convencionales, fue presentado ya en diciembre en la revista Environmental Science & Technology.
La solución ideal, según Elimelech, "sería un proceso que sólo utilice calor residual".
Según los autores, la desalación y reciclaje son las únicas opciones de aumentar el suministro de energía más allá de lo que permite el ciclo hidrológico. La desalación convencional consume muchos recursos energéticos.
Los ingenieros han basado su desarrollo en la ósmosis, que purifica el agua haciéndola transitar a través de una membrana semi-permeable, separando el agua limpia de las impurezas.
Otra aplicación que están investigando es utilizar el calor residual del aparato de ósmosis para generar electricidad. Así, sería posible producir electricidad de forma económica a través del calor residual. Esta técnica utiliza alta presión para mover el agua, que movería una turbina que genera electricidad.