Giberto Esparza ha creado unos complejos autómatas detectan las aguas residuales y las limpian, produciendo con ello una energía que les alimenta a sí mismos y a las plantas que viven sobre ellos. Los artefactos se denominan "Plantas nómadas".
Los robots son complejos y ha tenido que echar mano de varios científicos para poder verlos en funcionamiento. Aunque denominarlos robots no es exacto, ya que se trata de organismos simbióticos. Las plantas viven sobre una estructura automatizada, que se mueve de forma autónoma gracias a sus sensores, que detecta los lugares donde hay aguas residuales, de las que se alimenta a través de células de combustión microbiana, que transforman el agua residual en la energía que alimenta al robot y a las plantas. La misma célula devuelve el agua limpia al río.
Cuando el robot tiene energía de sobra, está programado para producir arte sonoro.
Más información: El País