La sustitución de los sistemas de iluminación por unos más eficientes permitiría un ahorro del 10% del consumo eléctrico mundial, según un estudio realizado por la Agencia Internacional de Energía (AIE). Además, se lograría reducir las emisiones de CO2 más que con la adopción de energía solar o eólica.
En declaraciones a la BBC, Paul Waide, analista de AIE y uno de los autores del informe, indicó que 'el 19% de la generación de energía en el mundo tiene como fin la iluminación, lo que supone más que la producción de centrales hidroeléctricas o nucleares y más o menos lo mismo de la producida por gas natural'.
El CO2 producido por la generación de esta energía supone el 70% de las emisiones mundiales de vehículos de pasajeros y tres veces más que las emisiones del sector de la aviación.
El informe indica que las bombillas incandescentes son muy poco eficientes y sólo consiguen convertir en luz en torno al 5% de la energía que reciben. El mayor consumo procede de tubos fluorescentes: los edificios públicos y comerciales suman el 43% de la energía utilizada para la iluminación y la eficiencia de estos tubos puede variar entre un 15 y un 60%.
El informe señala en especial a los halógenos como sistema de iluminación eléctrica menos eficiente, ya que añaden una gran cantidad de calor a las habitaciones, loque puede empujar a utilizar el aire acondicionado.
Fuente: Energías Renovables, septiembre 2006.