Congregaciones religiosas de todo tipo y pelaje comienzan a preocuparse porque los edificios donde se albergan sean ecológicos y eficientes, al menos, según la vara de medir que tienen en EEUU, bastante menos estricta que la europea.
Cuando planearon el nuevo edificio, decidieron que debía reflejar la creencia, compartida por muchas religiones, de que Dios les responsabiliza del mantenimiento de la Tierra. Y decidieron construir un edificio sostenible. Se recicló la madera que había en el edificio anterior y algunos de los muebles actuales tienen piezas fabricadas a partir de cáscaras de pipas de girasol.
-Se trata de una afirmación sagrada, y durante el proceso de mudanza nos vimos forzados a analizar nuestros valores de una forma más profunda, asegura el rabino Brant Rosen.
La sinagoga abrió en febrero de 2008 y en septiembre se convirtió en el único templo del condado en recibir la etiqueta energética de mayor eficiencia por parte de la ONG de EEUU Green Buildings Council -Consejo de Edificios Sostenibles-, cuyos estándares se consideran una referencia dentro de la ecología en ese país.
Desde 2005, sólo 10 congregaciones religiosas han recibido este certificado, denominado Leadership Energy Environmental Design, LEED; otros 54 grupos religiosos también la han solicitado. Entre ellos, se encuentran seminarios, santuarios, monasterios, centros de estudios e iglesias. Son judías, católicas, metodistas, menonita, presbiteriana, unitaria, wesleyan y luterana. -Creen que Dios les llama para ser mejores sirvientes del medio ambiente, y ven en la construcción sostenible una forma de exprearlo, asegura el reverendo Fletcher Harper, presidente de Fe Verde, un grupo interreligioso de Nueva Jersey dedicado al medio ambiente. -Y quieren hacer un uso responsable de sus recursos financieros.
Al ser sostenibles, pueden recortar sus costes de energía en un 30%, asegura Jerry Lawson, de la Agencia de Protección Medioambiental. Los templos de las diferentes religiones suelen tener necesidades medioambientales específicas, manifiesta. Por ejemplo las cristaleras de colores o rosetones suponen unas ventanas bastante más complicadas para implantar el doble aislamiento que las ventanas de un edificio convencional.
La construcción sostenible no se encontraba dentro de los planes de la congregación de la Iglesia Metodista Unida de Pulaski, en Little Rock, Arkansas, cuando comenzó a construir su templo en 2005. Pero una vez que se informaron sobre el tema, decidieron aplicarlo en su iglesia. Ahora esta iglesia, con el certificado LEED, tiene una sección medioambiental en su boletín de noticias, y recoge productos electrónicos para reciclar.
La reverenda Elaine Strawn de la Iglesia Universalista Unitaria del condado de Wayne, en Ohio, afirma que sus feligreses ven tener un templo sostenible como un reflejo de su propia espiritualidad. -Somos prudentes. Se trata de respetar otras vidas y de intentar reducir el impacto que tenemos sobre generaciones venideras.
Fuente: KansasCity.com