La función de los árboles en el entorno urbanístico es servir de refugio a los paseantes, alojarles bajo sus ramas y preservarles del calor en verano, ofrecerles un espacio natural donde puedan pasear disfrutando de la Naturaleza y donde los niños puedan ensimimarse en sus juegos lejos del ruido del tráfico.
Vallecas dispondrá de un Ecobulevard, un paseo repleto de árboles que cumplirán con esas funciones, pero mientras los pequeños arbolitos van perdiendo su nombre, el estudio de arquitectura 'Ecosistema Urbano' ha plantado un sustituto de acción rápida: un espacio arquitectónico abierto que estará recubierto de vegetación y regulará la temperatura del interior, ofreciendo un espacio de reunión a sus visitantes, al tiempo que genera la electricidad que necesita para funcionar mediante energía solar fotovoltaica. Árboles fotovoltaicos de 18 metros de alto y 17 metros de diámetro
La electricidad sobrante será inyectada a red, y con los beneficios conseguidos de su venta, se organizarán eventos en el Bulevard. Entre las posibilidades que sus creadores apuntan se encuentra incluso la de instalar una pantalla gigante para el visionado de acontecimientos deportivos o sociales.
Una vez los árboles reales del Ecobulevard hayan alcanzado un tamaño adecuado, los fotovoltaicos serán desmontados y transladados a otras zonas para cumplir con la misma función, dejando el espacio que ocupaban como claros de bosque.
Actualmente sólo está construido uno de ellos, pero finalmente su número será de tres, ligeramente diferentes entre sí. Todos ellos estarán recubiertos de vegetación, aunque en diferente medida, según sea el uso que se haga de ellos. Disponen de un mecanismo interno de regulación de temperatura y humedad mediante el cual se consigue disminuir hasta diez grados la temperatura frente al exterior.