España seguirá siendo uno de los países europeos con menor exigencia de aislamiento acústico en las viviendas, incluso tras la próxima aprobación del Documento de Protección frente al Ruido del Código Técnico de la Edificación -borrador junio 2006-. La nueva norma, que el Ministerio de Vivienda tiene previsto que entre en vigor y que sea totalmente obligatorio a finales de marzo del próximo año, prevé permitir para España unos niveles de ruido de impactos (pisadas, etc……) de 65 decibelios, superando a nuestros vecinos de Francia y Portugal, que permiten como máximo 60 decibelios, es decir, seremos superados por países con reglamentos con antigüedades cercanas o superiores a los 10 años –Italia y Francia-.
La NBE CA 88, norma actual y vigente permite, sin embargo, 80 dB de ruido de impactos, lo que supone un avance significativo, aunque insuficiente. Según un estudio que analiza la situación en 18 países europeos, estamos muy lejos de países como Austria, que con 50 decibelios es la más exigente de todos los países estudiados.
Cabe destacar que además de sus bajos niveles, la normativa actual no exige el cumplimiento en obra terminada de las viviendas, por lo que los consumidores quedan totalmente indefensos ante las generalizadas deficiencias de aislamiento.
Medidas in situ del aislamiento acústico
En el borrador del Documento Básico de junio de 2006 así como en todos los borradores manejados desde junio de 2003 se contempla que estas exigencias se deberán cumplir en la obra una vez terminada, y permitirá la realización de mediciones in situ para comprobarlo, de igual forma que lo hacen desde hace tiempo la mayoría de países europeos, aportando carácter prestacional a sus respectivos Documentos. Las mediciones en el edificio ya terminado se han demostrado como el único método para comprobar el correcto aislamiento acústico de una vivienda y garantizar su calidad.
Esta perspectiva europea demuestra que la aplicación de las exigencias de aislamiento acústico en edificación del actual borrador del DB-HR, son perfectamente viables, ya que lejos de colocarnos al nivel de los países más exigentes de nuestro entorno, nos situarían todavía a la cola, dejándonos por detrás de normativas redactadas en otros países hace más de 10 años, pero por lo menos nos permitirían acercarnos tímidamente a ellos al superar la desfasada y precaria normativa actual.
La norma vigente NBE CA 88 tiene unos niveles de exigencia alarmantemente reducidos, muy por debajo de los europeos, y no exige el cumplimiento en obra terminada, como sucede en toda Europa, lo que ha provocado un incumplimiento sistemático y generalizado. A su vez, esta situación ha ocasionado una gran demanda social y numerosas denuncias ya que va en detrimento de la calidad de vida de los usuarios de las viviendas que constituyen la mayor inversión de su vida y se merecen unas mínimas garantías de confort.
Países de nuestro entorno como Francia, Alemania, Islandia, Noruega, Suecia, Holanda o Estonia, con niveles más exigentes, no se han conformado sólo con cumplir la norma y poseen además sistemas de clasificación acústica de las viviendas donde se contemplan incluso aislamiento superiores a los que exige la normativa, con el objeto de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.