3/07/2007 - 12:50h
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Con esta Certificación de Eficiencia Energética, a cada edificio se le asigna una clase energética de acuerdo con una escala de siete letras que van desde el edificio más eficiente (clase A) al menos eficiente (clase G), un método idéntico al de la etiqueta energética de los electrodomésticos.
Según establece el Real Decreto 47/2007, al edificio se le asigna una letra, en función del CO2 emitido debido consumo de energía de las instalaciones de calefacción, refrigeración, agua caliente sanitaria e iluminación del edificio. Así, por ejemplo, un edificio con una clase de eficiencia energética B consume menos energía incluso que un edificio que cumpliera con los mínimos que exige el Código Técnico de la Edificación; concretamente, tiene entre el 35% y el 60% menos de consumo energético. Si este ahorro supera el 60%, entonces el edificio consigue la etiqueta de máxima eficiencia energética, es decir, la clase A. De esta manera, los propietarios o inquilinos podrán conocer la clase de eficiencia energética de un edificio antes de comprarlo o alquilarlo. |