Si estás pensando comprarte una alfombra de lana porque es más natural que las sintéticas, conviene que te asegures bien de la calidad de tu compra.
La mayor parte de las alfombras fabricadas con lana tienen sustancias añadidas que pueden ser perjudiciales para la salud. Puede ocurrir que lleven tintes sintéticos y/o hayan recibido un tratamiento con pirtroides, que es venenoso para el sistema nervioso. Esa sustancia lleva años prohíbida en EEUU, pero aún se encuentra en las alfombras compradas en España. También se utilizan otros productos para ese tratamiento; el estireno, por ejemplo, es cancerígeno.
Lo más conveniente entonces para asegurarse de que nuestra compra es correcta es consultar con una lista de empresas que fabriquen productos bio, o dirigirse a los comercios especializados del sector.