Poco más de un millar de las más de 800.000 viviendas que se contruyen cada año en España pueden considerarse bioclimáticas, pero los principales elementos de estas viviendas (luz natural, una buana orientación, sistemas de aislamiento térmico y de ventilación natural) se han incorporado paulatinamente a una gran parte de las nuevas construcciones. Según una encuesta de GOP, el 75% de las grandes promotoras españolas incorpora ya elementos bioclimáticos a sus promociones.
Para los promotores, la construcción bioclimática es un elemento de marketing que ayuda a diferenciar su producto, se´gun el sondeo de GOP entre grandes promotores. El mayor coste de estas viviendas (la construcción puede ser hasta un 12% más cara que la de una vivienda convencional) queda absorbido por la mayor facilidad de venta, mientras que los compradores pueden amortizar ese sobreprecio en pocos años por el ahorro energético en el uso de la iluminación, calefacción o aire acondicionado.
Los promotores señalan que el principal freno al desarrollo de viviendas bioclimáticas es la falta de cocienciación medioambiental de los consumidores, que según GOP hace que "no exista una demanda específica de este tipo de casas". Algo en lo que coinciden los promotores de estas viviendas que reconocen que a menudo se compra una vivienda como inversión o por su ubicación, sin preocuparse en que permita mejorar la calidad de vida. Los promotores consideran que el desarrollo de estas viviendas se ve frenado también por la mayor complejidad que suponen esos proyectos e incorporan preferentemente los elementos más sencillos, como la iluminación natural, el aislamiento, al orientación de la vivienda en dirección sur-norte y la ventiación cruzada, mientras son más reacios a incorporar elementos bioclimáticos en las fachadas, techos solares o estructuras para generar un efecto de invernadero.
Según el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), una vivienda bioclimática permite ahorrar más del 60% del consumo de energía del hogar. Los sobrecostes, en cambio, pueden ser muy modestos porque dos tercios de ese ahorro se obtiene simplemente de un buen diseño arquitectónico, mientras que otros elementos clave, como las dobles ventanas o el uso de aislamientos gruesos, apenas encarece un 2% el coste de construcción.
Según la Asociación para el Desarrollo de la Casa Bioclimática (ADCB), que agrupa a profesionales del sector, actualmente existen unos pocos promotores que basan su estrategia blobal en construir viviendas sostenibles pero otros muchos ofrecen soluciones bioclimáticas en algunos proyectos más innovadores.
Esta asociación señala que junto con el ahorro energéteico en los últimos años ha ganado peso la salud como factor impulsor de la promoción de viviendas y oficinas bioclimáticas: además de los efectors positivos de la luz natural sobre el estado de ánimo, la ventilación y el aislamiento naturales permiten reducir el uso de la calefacción y el aire acondicionado, lo que reduce las alergias y afecciones respiratorias que estos aparatos suelen producir.
Fuente: Rosa Salvador, La Vanguardia 15 de Agosto de 2006