"Para llevar a cabo nuestro compromiso de sustitución gradual de la energía nuclear por energías más seguras, más limpias y menos costosas (sustitución apoyada por la mayoría de los ciudadanos españoles) aprobaremos en el primer año de la legislatura 2008-2012 un plan de abandono progresivo de la energía nuclear, estableciendo para ello un calendario concreto de cierre de las centrales nucleares que tomará como base una vida útil de 25 años para cada una de las instalaciones.
Además, se concretará de forma inmediata el cierre definitivo de la central de Santa Mª de Garoña cuando acabe su actual Permiso de Explotación Provisional (en julio de 2009), que bajo ningún concepto se podrá prorrogar. El abandono de la energía nuclear se hará potenciando el ahorro y la eficiencia energética y las energías renovables, la generación distribuida y las redes de transporte y distribución local."
Greenpeace valora positivamente el planteamiento energético de Zapatero, en el que la sostenibilidad pasa por abandonar la nuclear y dar paso a las renovables y al ahorro y la eficiencia energética. Sin embargo, Greenpeace considera decepcionante que el PSOE y el Gobierno socialista hayan incumplido su compromiso de abandonar la energía nuclear en esta legislatura.
"La energía nuclear es el principal obstáculo para lograr un modelo energético 100% renovable" -ha declarado Juan López de Uralde, Director de Greenpeace.- "El enorme potencial de las renovables y el amplio margen para mejorar la eficiencia energética, permiten el comienzo inmediato de un programa de cierre progresivo y urgente de las centrales nucleares en un máximo de 25 años de vida útil para éstas".
El parque nuclear español da ya muestras del agotamiento de su vida útil, como demuestra el cada vez mayor número de sucesos de seguridad. Según el informe del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) al Congreso y al Senado correspondiente al 2006, el numero de sucesos se incrementó en un 62,9% con respecto al 2005. Según los datos de que dispone Greenpeace, en 2007 se batió de nuevo el récord de fallos. En el caso de Garoña, que sufre graves problemas de agrietamiento en componentes fundamentales para la seguridad, su cierre debería ser inmediato ya que, además, está completamente amortizada y su producción eléctrica es marginal.
Greenpeace reitera al Gobierno que si quiere lograr un amplio consenso social sobre el problema de los residuos radiactivos, previamente deberá poner en marcha un plan de cierre de las centrales. Mientras tanto rechazará cualquier opción, como el cementerio nuclear centralizado (ATC) que promueve el Gobierno a través de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (ENRESA).
"Greenpeace fomentará un clima de diálogo al respecto de los residuos radiactivos siempre que se haya puesto en marcha un plan de abandono de la energía nuclear en España", ha declarado Carlos Bravo, responsable de la campaña de energía nuclear de Greenpeace.
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