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El pasado 10 de enero, los gobiernos español y francés llegaron a un acuerdo en la cuestión de la polémica interconexión eléctrica de muy alta tensión (MAT), aceptando la propuesta hecha por Mario Monti de soterrar varios tramos de la línea. Lo más sorprendente es que nadie se atreve a decir claro qué función va a tener esta nueva interconexión y al servicio de quién va a estar la nueva línea de 400 kV.
 

 

 

 Ya a mediados del 2004, la Comisión Europea hizo público un informe encargado por la DGTREN (Analysis of cross-border congestion: Management methods for the EU internal electricity market). En él puede leerse:
"Uno de los principales objetivos de la liberalización del suministro de electricidad en la UE es la creación de un verdadero mercado interno de energía eléctrica (MIE). Introduciendo la competencia entre generadores y suministradores ... a una escala internacional, puede maximizarse la eficiencia económica del suministro de electricidad en beneficio de la economía.

No obstante, los operadores del sistema de transmisión no han diseñado las interconexiones entre sus respectivas redes con el objetivo de facilitar el mercadeo internacional de electricidad. En consecuencia, la integración de los mercados eléctricos nacionales está dificultada por la limitada capacidad de transmisión transfronteriza entre distintos países".

EL INFORMEdecía también: "Para mitigar este problema, la UE apoya, por un lado, el incremento de las capacidades de transmisión, ya sea invirtiendo en nuevas redes o bien optimizando y armonizando los procedimientos operativos que permiten un mejor uso de las redes existentes. Asimismo, las reglas aplicadas para la gestión del uso de las capacidades de transmisión hoy existentes son de una gran importancia para la eficiencia del MIE a corto y medio plazo".
Dos años antes, el Consejo Europeo, reunido en Barcelona, había dejado escrito: "El Consejo ... acuerda asumir el objetivo de que los estados miembros deberán tener en el 2005 un nivel de interconexiones eléctricas de al menos el 10% de su capacidad de producción instalada".

¿Y qué pinta Catalunya en esto? Los distintos gobiernos que hemos tenido siempre han manifestado que el incremento de la capacidad de transmisión con Francia era una actuación necesaria para Catalunya. Incluso el tripartito editó una publicación en la que se justificaba esa necesidad. En ella se decía que garantizaría el suministro de las comarcas gerundenses y las necesidades del tren de alta velocidad, incrementaría la seguridad y fiabilidad del sistema eléctrico y facilitaría la producción de energía de fuentes renovables. Y, solo al final, en ocho líneas, se manifestaba la razón de fondo: la MAT contribuirá a hacer realidad el mercado único de la energía, al permitir incrementar y garantizar el acceso de los catalanes a un mercado eléctrico más amplio y competitivo.

Cuando en Catalunya los usuarios de la electricidad estamos obligados a ser abonados, que no clientes, del antiguo monopolio eléctrico, que solo nos ofrece electricidad sucia procedente de térmicas y nucleares, y cuando el Ministerio de Industria cortó la posibilidad de que pudiéramos ser suministrados con electricidad 100% procedente de fuentes de energía limpias y renovables, cuesta creer que la Generalitat nos diga que "la MAT contribuirá a garantizar el acceso de los catalanes a un mercado eléctrico más amplio y competitivo".

También cuesta creer en la necesidad de la MAT si hacemos caso de las recomendaciones de la UE, pues en Catalunya la potencia instalada eléctrica era, a finales del 2006 (según el informe de la CNE) de 10.636 MW. El 10% de esta cifra es 1.063,6 MW. Catalunya ya cubre con creces el requisito acordado por el Consejo Europeo, pues la actual capacidad de interconexión con sus vecinos es de 1.720 MW (600 MW por el norte, 370 MW por el sur y 750 MW por el oeste, según el informe final de la comisión de expertos en materia de líneas eléctricas de alta tensión, encargada por el Govern en el 2001), cifra que supera de largo el 10% de la potencia instalada en nuestro hogar.

CATALUNYA ya cumple el requisito de la UE. No necesita aumentar la capacidad de interconexión. Y si Catalunya no la necesita, la debe de necesitar el Estado español. Entonces, la pregunta es: ¿y por qué ha de pasar por tierras catalanas? ¿Alguien ha estudiado otras alternativas, como aumentar la potencia de las interconexiones del País Vasco, Aragón o Catalunya, o la conexión por mar?

La tecnología marina existe. En el mundo hay muchos proyectos de interconexión por mar (entre el continente y Gran Bretaña y entre varios países escandinavos). Esta opción se adecuaría perfectamente al proyecto actual de conectar todo el continente europeo por mar, ya que en un futuro próximo se da- rán aprovechamientos energéticos renovables mar adentro. Por ejemplo, podría transcurrir desde Vandellós hasta Francia por mar, si se decide finalmente hacerla pasar por Catalunya.

Josep Puig es ingeniero industrial. Cofundador de Alternativa Verda y presidente de Eurosolar-Espanya.

Fuente: El Periódico.