Las organizaciones profesionales agrarias de la región (ASAJA, UPA y COAG-IR) y las industrias extractoras Olcesa, SOS Cuétara y Cargill España firmaron hoy, en presencia de la consejera de Agricultura, Mercedes Gómez, un acuerdo marco para mantener y potenciar el cultivo del girasol y su destino como cultivo energético en Castilla-La Mancha.
Dicho acuerdo, que regirá la relación contractual entre el sector industrial y el productor haciéndola más flexible, responde al interés común de promover la producción de girasol en zonas tradicionales de la Comunidad Autónoma por su marcado interés social y medioambiental, así como a las ventajas de la cooperación entre agricultores y empresas transformadoras de este cultivo con destino a energía.
El acuerdo contempla una serie de garantías para ambas partes, entre las que se encuentran la posibilidad de renunciar a la ayuda comunitaria antes del plazo establecido, la posibilidad de finalizar y resolver voluntariamente la relación contractual por parte del sector productor, que el precio de la mercancía esté referenciado en origen y que el valor de la producción a entregar se establezca de acuerdo por las partes.
Asimismo, se garantizará la posibilidad de que el productor que resuelva y finalice el contrato, previo acuerdo con la empresa, entregue la producción de cosecha contratada a dicha empresa con la que tenía firmado el contrato a precio de girasol con destino alimentario.
Una alternativa para el campo castellano-manchego
Los cultivos energéticos suponen una alternativa para el campo en Castilla-La Mancha, donde lo extremado del clima y las limitaciones de disponibilidad de agua no hacen fácil encontrar cultivos que se adapten a estas condiciones y, además, sean rentables y competitivos en los mercados internacionales.
La Consejería de Agricultura pagó cerca de 5,2 millones de euros correspondientes a las ayudas de la Política Agraria Comunitaria (PAC) para estos cultivos en la campaña 2006-2007.
En la actualidad, los cultivos energéticos en Castilla-La Mancha ocupan una superficie de 109.404 hectáreas, de las cuales el 78% están dedicadas al cultivo de oleaginosas y el 22% a cereales.
El 98% de la superficie de oleaginosas para uso energético corresponde al cultivo del girasol, ocupando 83.399 hectáreas, es decir, el 61% de la superficie total nacional.
Las empresas Olcesa, SOS Cuétara y Cargill España han aglutinado durante la campaña 2007-2008 el 80% de los contratos firmados para el girasol, representando el 89% de la superficie cultivada del mismo.