Ayer precisamente comenzaron a regalarse en la plaza del Parque los diez mil envases que ha encargado inicialmente el Consistorio y que terminarán de repartirse en todos los colegios de la ciudad. «Cada niño llevará así un envase, que se llaman clackys», señaló el concejal.
La misma empresa que ha instalado los contenedores y ha facilitado los envases, una botella blanca de plástico, se encargará de la recogida de los clackys y la reconversión de sus contenidos en biocombustibles. «El Ayuntamiento no ha invertido dinero en esta iniciativa porque es un negocio que se sostiene por sí mismo. La empresa consigue sus ganancias con la reconversión y posterior venta del aceite en forma de biocombustible», argumentó Rubio. Hasta ahora, sólo Sant Antoni reciclaba el aceite doméstico. Vila se suma así a esta iniciativa, que ya llevaban a cabo los establecimientos hoteleros, aunque «ellos utilizan su propio sistema», informó el concejal.
En su opinión, algunas empresas pueden sumarse a esta iniciativa patrocinando los envases. «Algunas han mostrado su interés en hacerlo porque supondría una publicidad para ellos», informó. El Ayuntamiento confía en que la ciudadanía responda favorablemente a esta iniciativa porque «colabora muy bien en la recogida selectiva de otros materiales».