El Poder Ejecutivo Nacional ha fomentado la producción del biocombustibles -que implica agregarle valor al aceite- con un derecho de exportación relativamente bajo.
Este diferencial de impuestos era, sin ningún lugar a dudas, el principal incentivo para la exportación, dada la distorsión que existe actualmente en el mercado mundial por un subsidio que Estados Unidos paga a sus fabricantes y que hace que el valor del aceite de soja y el biodiésel estén prácticamente iguales.
Ahora, la fuerte suba de las retenciones también para este nuevo derivado de la soja aparece como un brusco cambio de dirección en la política oficial para el sector, con una novedad impactante: las retenciones a los embarques del biocombustible pasaron del actual 5 al 20 por ciento.
Cambio de reglas - Inversores extranjeros:
Esto ha impactado con agudeza en los Inversores Extranjeros que estudian a Argentina y especialmente al Litoral como destino de sus inversiones, tomando en cuenta sus puertos, producción de soja, capacidad instalada etc.
Los estudios que se han llevado de nuestro país y su plan de negocios se ven afectados notablemente por este cambio de reglas.
Pero. Alguien se preguntó, como queda nuestro país con esta variación de criterios?
Quien puede asegurar que este aumento en las retenciones no se repetirá?.
Con el modelo de la soja, en sentido analógico si continúa aumentando la producción de biocombustible se concluirá que el Gobierno Nacional seguirá subiendo las retenciones.
Cual es el estimulo para el inversor extranjero si le están cambiando las reglas imprevistamente?. Que inversiones se pueden esperar en un país donde uno no sabe cual es la tasa de retorno atento a que el Estado modifica las variables y se queda con un porción mayor de su ganancia?.
El primer impacto negativo de esta medida es una pésima señal a los mercados internacionales, salvo para nuestros competidores que saben que cuentan con un poderoso aliado interno. Demuestra una voracidad fiscal inusitada, que esconde los verdaderos motivos de esta decisión inquebrantable del PEN, de seguir absorbiendo déficit social con esfuerzo y trabajo ajeno.
Plantas actuales - Inversores locales:
Ahora veamos la situación de los Productores locales y los inversores que están construyendo sus plantas.
Atraídos por el auge de los biocombustibles y con una soja a U$S 230.- la tonelada se proyectaron numerosos emprendimientos en el país, especialmente en Santa Fe y Entre Ríos.
Muchos de ellos lo hicieron, apuntando al corte obligatorio (año 2010), ya que el Estado Nacional en virtud de la ley 26.093 se obliga a comprarle al productor todo su producido y pagarle con obligación de una ganancia razonable.
Pero resulta que hoy las Plantas Medianas no pueden habilitarse, pues las disposiciones para ello son prácticamente las mismas que para una petrolera.
No es necesario explicar las inmensas diferencias estructurales y capitales invertidos.
Por otra parte las mismas empresas habilitadoras no saben muy bien que deben auditar, dado que provienen de la industria petrolera y esta nueva industria es totalmente flamante y con bajísimo nivel de riesgo.
El resultado es que casi todos los emprendimientos de la Provincia de Santa Fe y Entre Ríos no están habilitados, salvo Renova y otras plantas del complejo Rosafe de gran porte.
En el mercado interno no pueden vender pues la tonelada de aceite de soja superó los U$S 800.- mientras que la tonelada de gasoil (origen fósil) vale algo más de U$S 500.-.
O sea que la materia prima para hacer bioidesel ya supera en casi un 60' % el valor del precio (gasoil en surtidor) a competir.
Como toda actividad de promoción necesita de un subsidio, siguiendo el modelo "incubadora" que se maneja en el mundo entero.
Justifica el subsidio el hecho de que el combustible contra el cual va a competir está subsidiado, y además el biodesel es no contaminante con lo cual se genera un gran beneficio a la comunidad y explica el apoyo de la comunidad.
Para ser más claro todavía. Si la ley 26.093 es de promoción de una nueva actividad, mal se puede mandar a un niño recién nacido, como es la Industria de los biocombustibles a pelear con un boxeador profesional como son las petroleras, sin subsidios, cuando las propias petroleras están subsidiadas.
La otra salida para los medianos y pequeños productores era entonces asociarse y exportar, pero este nuevo cambio de reglas ha dejado nuevamente sin margen a los productores.
Todas los planes de negocios planteados hasta el momento, ya no sirven para nada y las inversiones que los productores del interior hicieron para colocar sus productos hoy son solo gasto en vano.
Que harán con sus inversiones millonarias?
Cual será el futuro de el impacto social prometido?
Como pagarán sus créditos?
No sabemos.
Para mejor, EEUU ha subsidiado sus biocombustibles de exportación con lo que una tonelada de aceite de soja sale lo mismo que una tonelada de biocombustible.
De esta manera el productor argentino no puede competir ni en el mercado interno (contra el gasoil), ni en el mercado exterior (contra los subsidios).
Deberá el Ministro de Economía revisar los números y actuar coherentemente a fin de no destruir una industria recién nacida.
La señal es clara para el Sector:
"¢ Despreocupación del gobierno por una industria que está naciendo.
"¢ Inobservancia de los principios básicos de un Estado con incubadora de empresas, que le interesa la industrialización del país.
"¢ Desidia por darle valor agregado al poroto de soja. Con ello la pérdida de futuros puestos de trabajo e impacto en las economías regionales.
"¢ Finalmente el aumento en las retenciones a los biocombutibles es "Una expropiación lenta, constante y paulatina del esfuerzo y el trabajo de los productores". Los impuestos no pueden ser confiscatorios pues terminan matando la actividad. No debe olvidar el gobierno que muerto el productor muere también la recaudación.