A través de la extrusión de la semilla remanente de la producción, los científicos buscan separar el expeller o cáscara del aceite contenido dentro de ésta, para utilizarlos como forraje y biocombustible, respectivamente; y de ese modo, mejorar la ecuación económica que actualmente tiene la actividad.
La intención se vio obstaculizada por los altos índices de acidez del aceite de la semilla del algodón chaqueño, que no permite el proceso de transformación (transesterificación) en biocombustible. Para salvar el inconveniente, el grupo de investigadores de Agroindustrias conformado por Daniel Brachna, Claudia Diaz Yanevich, César Sánchez, Eduardo Hryczyñski y Walter López, están aplicando en los laboratorios de la Facultad, métodos como el desgomado y la neutralización del aceite, a la producción de la Cooperativa Güemes LTDA de la localidad chaqueña Juan José Castelli.
Esta entidad maneja alrededor de 8 mil toneladas de algodón que se está comercializando a razón de 300 pesos la tonelada. Asimismo, las semillas de algodón remanentes, le ocasionan problemas de almacenamiento. Según el ingeniero Bachna, sólo la generación de expeller podría duplicar el valor de venta. Si se consigue generar biocombustibles con el aceite, las cifras ascenderían todavía más.
Pero, ¿qué es el desmote de algodón? Para Brachna -es un proceso continuo que comienza con la recepción del algodón crudo y termina con el embalaje de las fibras del algodón procesado. El desmote produce grandes cantidades de desperdicios sólidos en la forma de semillas, que pueden servir como alimento para animales y la producción de aceite, explicó.