Los restos de las podas del olivo pueden ser vendidos para la fabricación de pellets por 30 euros la hectárea.
No es un gran negocio en sí, pero desde luego, la venta de los restos de poda de olivares no sólo supone un ahorro de costes para el agricultor sino también una forma de ingresar dinero. Ahora bien, es necesario que la planta de trituración esté a menos de 30 km. de la explotación agraria, pues el aumento de la distancia disminuye la rentabilidad.
Éstas son las conclusiones a las que ha llegado un estudio que analizó las experiencias existentes al respecto en Jaén.