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El arroz y los cereales en general son alimentos básicos para miles de personas, muchas de las cuales viven en países pobres. Por este motivo, la subida de precios que están experimentando estos productos es preocupante, ya que puede generar una crisis y dejar sin comida a miles de ciudadanos. Eso preocupa y mucho a Naciones unidas. Las principales agencias de esta organización se reúnen en Berna, en Suiza, en un encuentro de dos días, centrada en las repercusiones de esta crisis global y en encontrar soluciones para paliarla.
 

n un año, el arroz ha multiplicado por tres su precio. Eso ha beneficiado los productores pero ha perjudicado a miles de personas sin recursos y que se alimentan básicamente de dicho cereal. Para garantizar el suministro de la población, algunos gobiernos han puesto en marcha diferentes inciativas. En Singapur se han creado una especie de restaurantes en la calle que ofrecen menús a uno euro para que los más pobres puedan comer.

La FAO, el Programa Mundial por los Alimentos o Unicef, entre cerca de una treintena de agencias más de la ONU, debaten este lunes y martes con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial la mejor manera de hacer frente a esta amenaza para la alimentación de millones de personas.

El motivo de esta escalada de precios es que los cereales son la materia primera de los llamados biocombustibles, como el etanol. El aumento de su consumo, la especulación y el movimiento de los mercados han provocado que su precio se incremente, enriqueciendo a unos pocos y poniendo en riesgo la alimentación de muchos más.