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Los Estados Unidos no lograrán el objetivo fijado por el Congreso de producir más etanol a partir de residuos durante los quince próximos años, lo que resultará en una escasez de la producción de etanol con relación a los objetivos fijados por una nueva ley energética, según las previsiones del Gobierno. La nueva ley energética indica que los Estados Unidos deben producir 136 mil millones de litros de biocarburantes al año de aquí al 2022 para llegar a reducir su dependencia del petróleo.

 

Pero solamente se producirán 120 mil millones de litros de biocarburantes de aquí a esta fecha según Guy Caruso, que está a la cabeza de la Administración de la Información sobre la Energía de los Estados Unidos.

Esta diferencia entre el objetivo previsto y la cifra lograda procederá de una cantidad inferior a la que la ley prevé de etanol fabricado a partir de fuentes de celulosa como los residuos agrícolas y forestales, según lo que indicó Guy Caruso al Comité del Senado para la Energía.

En consecuencia, el Gobierno deberá decretar cláusulas derogatorias para los productores de etanol en los próximos años.

Una gran parte del etanol americano deriva del maíz. Numerosos expertos piensan que el aumento de la demanda para la producción de etanol hace aumentar los precios de los cereales y en consecuencia los de la comida que los consumidores compran.

"Mientras que la situación es muy dudosa en dicha fecha, nuestra opinión actual es que las cantidades disponibles de biocarburantes de celulosa antes de 2022 serán insuficientes para lograr el objetivo fijado por la nueva ley energética" declaró Guy Caruso.

Afirmó que su administración suponía que la tarifa actual que los Estados Unidos aplican sobre las importaciones de etanol expirará en enero de 2009, lo que resultará en un "fuerte crecimiento" de las entradas de producción de etanol extranjero en el mercado americano después de 2010.

El consumo de combustibles líquidos en los Estados Unidos, incluyendo a la vez el petróleo y los combustibles renovables, aumenta hacia adelante en 21 millones de barriles al día este año, y aumentará en 22,8 millones de barriles al día en 2030, en particular debido a los combustibles destinados al transporte, del que la parte en la demanda de combustible pasará del 68% al 73%.

Los precios del petróleo, que alcanzaron esta semana un récord de 104 dólares el barril, deberían caer progresivamente a partir de la mitad de la próxima década, y aumentar a continuación lentamente hasta 2030.

Guy Caruso indicó que en la peor situación prevista por su administración, el petróleo podría alcanzar 185 dólares por barril en 2030.