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El debate sobre los biocombustibles elevó la temperatura de la V Cumbre América Latina, el Caribe-Unión Europea. Brasil se erigió como el gran defensor de los biocombustibles y en ese rol tuvo más de un choque con otros países. El presidente de Brasil, Luis Inacio Lula da Silva, no se guardó el sábado críticas al momento de cuestionar la postura de varios países europeos en contra de la extensión de cultivos dedicados para producir biocombustibles.  

"Quieren descontaminar el planeta, combatir el calentamiento global, firman el Protocolo de Kyoto y cuando Brasil les ofrece un combustible no emisor de CO2 prefieren usar uno que sí lo emite. Eso es una contradicción en la posición de algunos gobernantes, especialmente de países europeos", se quejó Lula durante la inauguración del II Seminario Oportunidades de Comercio e Inversiones entre Brasil y Perú.

En la Cumbre de Lima los presidentes discutieron la relación entre la producción de biocombustibles y el alza en los precios de los alimentos por la dedicación de grandes extensas tierras a la producción de biocombustibles en lugar de alimentos. Lula señaló que "los biocombustibles no son la razón del alza de los alimentos".

"A mí me pareció extraño que ningún europeo hablase ayer de la crisis subprime (créditos hipotecarios de alto riesgo) y la verdad es que los bancos europeos también tuvieron pérdidas muy grandes", agregó. Ante más de 200 empresarios brasileños y peruanos, Lula ironizó diciendo que si la crisis hubiese sido en un país sudamericano, el "Banco Mundial ya habría convocado ochenta reuniones". Pero Brasil no sólo encontró oposición en este tema en los países europeos. En la región, Venezuela es un fuerte opositor a la producción de biocombustibles. Y a esta postura se sumaron otros países. Finalmente, la Declaración de Lima abordó muy por encima el tema señalando únicamente que se deben establecer "acciones de cooperación birregional relacionadas con las fuentes de energía limpia y no renovable".

 

Lima, una cumbre ecológica "contaminante"

 

La quinta Cumbre celebrada desde el viernes en Lima generó más de 8,553 toneladas de emisión de dióxido de carbono (CO2), para cuya neutralización ser¡a necesario plantar aproximadamente 17 mil árboles, se informó el sábado en la capital peruana.

 

La cumbre estuvo centrada en la lucha contra la pobreza y el calentamiento global. De hecho, la declaración final menciona que la cooperación birregional entre los dos lados del Atlántico "debe estar dirigida a plantear iniciativas para prevenir o reducir las emisiones de gases de efecto invernadero". El objetivo del cálculo preliminar, indicó un comunicado distribuido en Lima por la empresa A2G, encargada de realizarlo, es poder luego neutralizar o compensar las emisiones para lograr una "Cumbre Cero Emisiones".