Con el biogás se producirá una electricidad que se inyectará en la red eléctrica nacional.
Cada vez más territorios ganaderos se están dando cuenta de la ventaja que supone instalar este tipo de plantas. Por un lado, los empresarios se ahorran los costes que supone deshacerse de los residuos orgánicos y cadáveres de los animales; y por otro, están generando unos beneficios económicos gracias a la venta de la electricidad que se genera.
En otros países europeos esta renovable ya está más avanzada que aquí. En Alemania, por ejemplo, EON ha construido plantas que no consumen el biogás para producir electricidad, sino que tras un pequeño tratamiento, lo inyectan directamente en la red nacional de gas natural.