Los biocarburantes están llamados a jugar un importante papel en el transporte aéreo de los próximos años, a la luz de los resultados de los vuelos de pruebas con biocombustibles que diversas compañías aéreas y fabricantes aeronáuticos han realizado últimamente.
-La tendencia al aumento de los costes del queroseno y la reciente inclusión de la aviación en el sistema europeo de comercio de emisiones de gases de CO2 está haciendo que las compañías aéreas se planteen seriamente la utilización de biocarburantes en sus aviones, para disminuir tanto sus costes como su impacto ambiental, asegura Roderic Miralles, Presidente de APPA Biocarburantes. Todas las iniciativas de sustitución del petróleo en el transporte aéreo pasan a corto y medio plazo por los biocarburantes, ya que, a diferencia de lo que ocurre en el transporte terrestre, no es factible utilizar electricidad o sistemas híbridos en aviones comerciales.
En los últimos cinco años el precio del queroseno no ha dejado de aumentar. Desde enero de 2003 (87.34 $c/galón) a julio de 2008 (403,74 $c/galón) el precio del queroseno en Rotterdam se ha multiplicado prácticamente por cinco. Aunque a finales de 2008 se ha observado una drástica caída, todos los expertos señalan que ésta es coyuntural debida a la crisis económica mundial. Por otro lado, el pasado 2 de febrero de 2009 entró en vigor la Directiva de inclusión de la aviación en el Sistema de Comercio de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero, que establece que a partir de 2012 las compañías aéreas tienen que reducir obligatoriamente sus emisiones de CO2.
Los biocarburante utilizados para sustituir al queroseno en la aviación comercial han de ser capaces de cumplir, entre otros aspectos, con dos requisitos fundamentales,: tener un elevado contenido energético por unidad de volumen y resistir las bajas temperaturas que se registran en pleno vuelo.
El biodiesel presenta mejores condiciones para la aviación comercial, ya que su contenido energético es más cercano al del queroseno, y el desarrollo de nuevos aditivos anticongelantes está permitiendo que en un futuro muy próximo sea viable su utilización a las bajas temperaturas que se alcanzan en pleno vuelo. De hecho, ya se conocen pruebas con resultados esperanzadores.
Por su parte, la Asociación Internacional del Transporte Aéreo prevé que en 2017, el 10% de los combustibles que utilicen las compañías serán biocarburantes.
PRUEBAS E INICIATIVAS
El resto de pruebas se ha realizado en los tres últimos meses. Air New Zealand, Rolls Royce y Boeing, realizaron el 30 de diciembre de 2008 una prueba exitosa de utilización de biocarburantes en un Boeing 747-400. Durante la prueba, que tuvo una duración de dos horas, uno de los cuatro motores del avión funcionó con una mezcla de biocarburante producido a partir de jatropha y queroseno al 50%. Air New Zealand espera que a partir de esta prueba se certifique el uso de jatropha para uso como combustible de aviación.
Por su parte, Continental Airlines es la tercera compañía a nivel mundial y la primera estadounidense en unirse a las anteriores en realizar una prueba de vuelo con biocarburantes. A diferencia de las dos pruebas anteriores, en este caso el biocarburante fue producido a partir de algas y el avión era bimotor. El avión utilizado, un Boeing 737, voló durante dos horas operando con una mezcla del 50% en uno de sus dos motores.
La última aerolínea en realizar pruebas de vuelo es Japan Air Lines (JAL), que el 30 de enero de 2009 hizo volar con éxito un Boeing 747-300 durante una hora y media funcionando parcialmente con un biocarburante fabricado a partir de aceite de camelina (84%), jatropha (16%) y algas (1%). Otra compañía que pretende unirse a las anteriores es British Airways, que el año pasado anunció que a principios de 2009 realizará pruebas con carburantes alternativos. Por otro lado, un amplio conjunto de líneas aéreas, fabricantes de motores y ONG participan en el denominado -Sustainable Aviation Fuel Users Group, mientras que paralelamente las administraciones federales, estatales y locales de Estados Unidos, así como empresas privadas, universidades y centros de investigación de dicho país han constituido la -Alliance for Sustainable Air Transportation (ASAT).