Tras los estudios científicos que advierten en los últimos meses de que para producir más biocombustibles habrá que roturar terrenos salvajes en todo el planeta, liberando más CO2 del que se ahorra consumiendo aquéllos, Pike señala además las enormes extensiones de terreno agrícola que necesitan los cultivos a partir de los que se producen.
Utilizando una comparación muy gráfica, el científico señala que para fabricar el biocombustible necesario para propulsar un único vuelo entre Londres y Nueva York sería necesario dedicar una superficie agrícola equivalente a 30 campos de fútbol. Y eso sólo para la ida.
"Los historiadores del futuro terminarán apuntando a los biocombustibles como un callejón sin salida", señala Pike, que afirma que la presión de varios grupos relacionados con la industria agroalimentaria, sumada a una planificación energética "atolondrada" por parte del Gobierno, pueden terminar llevando a Reino Unido a una crisis de suministro
"El camino que tenemos por delante debe incluir (más) investigación, que permita aumentar la eficiencia de los biocombustibles dramáticamente y avanzar en la fotosíntesis artificial para la producción de alcohol", añade el experto, que señala que en cualquier caso hay que poner "más prioridad en otras tecnologías" de producción energética.
Con ellas se refiere a la energía solar fotovoltaica, unida a mejores baterías para vehículos y a una nueva generación de depósitos de almacenamiento de hidrógeno.
Fuente:
ADN