7/07/2006 - 10:00h

¿Alza de precios en alimentos? Cultivos energéticos vs. alimentarios

En este artículo se teoriza sobre la posibilidad de que el boom de cultivos energéticos -etanol, plantas aceitosas- invadan los terrenos agrícolas destinados a la producción de alimentos, y eso desestabilice los precios de los alimentos.
Desde hace algunos meses se está generando un discurso que trata de animar a los agricultores a emprender la senda de los cultivos utilizados en producción de bioenergía. Recogemos aquí la crítica que sobre este tipo de cultivos se está produciendo en Alemania, ya que se ha publicado en el Boletín de Información Extranjea que edita el MAPA.

La bioenergía, atractiva desde el punto de vista financiero para muchos agricultores, cada vez es más criticada en Alemania. Así, también el reconocido economista agrario alemán Folkhard Isemeyer, de la Agencia Federal de Investigación Agraria, ha mostrado su preocupación en relación a la política llevada a cabo en Alemania en este sector.

Isermeyer cree que la situación en los mercados internacionales de fuentes de energía puede llevar a cambios fundamentales en el sector agrario mundial. Si el precio del crudo permanece por encima de los 50 dólares por barril y se procede, cada vez más, a aprovechar los alimentos ocmo fuentes de energía, pronostica Isermeyer que acabarán subiendo considerablemente los precios de los productos agrarios.

Suponiendo un precio alto dle crudo durante un período de tiempo largo, la producción de materias primas bioenergéticas se ocnvertirá, incluso sin que la política influya, en un cultivo extremadamenterentable en muchas lugares de ultramar (por ejemplo para el etanol); de esta manera, según Isermeyer, cada vez se reconvertirán más superficies agrarias para dedicarlas a la producción de este tipo de cultivos. Este proceso continuará hasta que, con las subidas de precios alimentarios a nivel mundial, se produzca un nuevo equilibrio entre la producción de alimentos y de fuentes de energía.

Los análisis de costes disponibles hasta ahora para la producción energética alemana indican que, si sigue subiendo el petróleo, la combustión de madera, paja y hasta de cereales, así com o la producción de biogás partiendo de materias residuales, serían las alternativas más rentables.

La producción de biocarburantes paritendo, por ejemplo, de remolacha, dependerá sin embargo, durante mucho tiempo de subvenciones y protecciones arancelarias, ya que en ultramar la producción de esta materia prima agraria es mucho más barata y su transformación en fuente de energía es más eficiente.

¿ Compensan las subvenciones ?

Isermeyer opina que es muy arriesgado subvencionar cada una de las líneas energéticas hasta que sean capaces de competir. Quizás, esto fue razonable al principio para movilizar a gran escala el potencial innovador de este sector de la economía, pero 'si no tenemos cuidado, esta política se nos irá de las manos'.

En la actualidad, los contribuyentes y los consumidores de energía están pagando 1.000 millones de euros al año para llevar a cabo esta política energética. Isermeyer recomienda limitar la subvención a aquellas actividades que, por cada Euro, aportan la máxima participación en la sustitución del petróleo, y en la protección del clima; en la actualidad, confirma, este no es el caso.

Otro científico de la FAL, el doctor Yelto Zimmer, pronostica que el fomento de la producción de biocarburantes en Alemania conducirá a un aumento vertiginoso de las importaciones de materias primas agrarias. En los ámbitos energéticos 'corriente' y 'calor', este sistema de subvenciones perjudicará la producción interna de alimentos.

Según el doctor Zimmer, la politica de energía actual interviene de forma masiva en la estructura del sector agrario alemán, ya que está enfrentando una parte de la producción agraria poco protegida ala competencia con la producción de bioenergía. Esto conducirá forzosamente a que la producción alemana se desplace, cada vez más, al extranjero.

Pero ello, advierte Zimmer, el sector y la política deberían analizar y estudiar muy detalladamente si verdaderamente es razonable orientar al sector agrario alemán hacia la estrategia de la producción de fuentes energéticas.

Zimmer indica que una política ineficaz de subvenciones y fomento no solo perjudica a la política económica y al medio ambiente, sino que también supone un riesgo para las empresas implicadas. En estos momentos, ante una coyuntura energética supuestamente muy favorable, es están realizando muchas inversiones de las que, en el momento en que se vuelvan a normalizar las relaciones de precios, se verá que han sido un error.

El señor Zimmer pone como ejemplo el desfase total que se está registrando actualmente en los precios del aceite de colza, exorbitantemente altos en comparación con otros aceites vegetales. En tiempos de escasez de dinero y ante las negociaciones de la OMC, la política podría verse forzada a modificar su curso, por ejemplo reduciendo la protecicón exterior para el etanol.

Por todo lo anterior, los expertos exigen una reorientación del sistema de incentivos y subvenciones a las fuentes de energía en Alemania. Es necesario realizar un análisis profundo del estado de la competencia internacional desde el punto de vista de los futuros cambios de política de comercio: 'el sector energético se encuentra en auge a nivel mundial y Alemania tiene mucho Know-how técnico pero, para la producción interna, no dispone de suficientes superficies'.

Fuente: La Rioja Agro, 4 de julio de 2006
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