La constante subida del precio del petróleo y su repercusión en el coste del gasóleo ha aconsejado a la Empresa Municipal de Transporte de Málaga (EMT) a buscar combustibles alternativos más baratos. Esta alternativa la ha encontrado en el biodiésel y en el motor de gas natural comprimido (GNC), llamados 'ecológicos' y que hace unos años eran más caros, pero ahora aportan un ahorro de costes.
El gerente de la EMT, Miguel Ruiz, destacó que desde hace un año aproximadamente el precio del gasóleo ha subido de forma constante, lo que ha supuesto un encarecimiento de los costes de la empresa. Como ejemplo, baste recordar que apra el año 2005 tenía un presupuesto de 3.4 millones de euros para la compra de combustible, que al final se convirtieron en casi 5 millones de eruos por el alza del precio del combustible.
En esta circunstancia, el uso de autobuses propulsados por gas natural comprimido y la extensión del biodiésel parecen ser las alernativas lógicas al combustible convencional, por tanto son ya más baratos que el diésel.
'Antes, estos combustibles ecológicos salían más caros que el diésel, pero con la subida del precio del petróleo ya son más baratos', reconoce Miguel Ruiz, quien aclara que en la EMT se están haciendo pruebas para ampliar el uso del biodiésel a otros cien autobuses que usan gasóleo.
Este caso es paradigmático, ya que el biodiésel era un 10% más caro que el gasóleo en diciembre de 2004, cuando se empezó a utilizar en la EMT. En cambio, un año y medio después, por cada litro de este combustible utilizado, la empresa de transporte se ahorra un 5% de costes.
El biodiésel se obtiene de la mezcla entre el combustible diésel normal y aceite procedente de los fritos realizados en bares y restaurantes de Málaga. Este aceite ha sido previamente recogido y tratado por una empresa especializada para producir el llamado 'éster', que se mezcla con el combustible convencional, con una proporción del 20%.
Su principal ventaja es que ahorra una notable cantidad de combustible diésel, sin que se aprecie ninguna merma en el rendimiento.
La EMT cuenta con 55 autobuses alimentados con biodiésel de forma habitual, que pasarían a ser 155 (algo más de la mitad de la flota) en los próximos meses y con perspectivas de aumentar esta cifra. Miguel Ruiz destacó el buen rendimiento de este producto con los actuales motores, no produciendo ningún tipo de avería: 'Incluso tiene un efecto limpiador en las distintas piezas del motor'. La empresa consume de forma habitual unos 30.000 litros semanales de biocombustible.
Más ahorro supone, incluso, el uso de los autobuses propulsados a gas, que reducirían el coste de combustible por kilómetro recorrido en un 10% respecto al diésel.
No obstante, son muchos menos los autobuses que utilizan en la actualidad este sistema de propulsión. En concreto, son sólo seis los que tiene la EMT. Sin embargo, Ruiz ya adelanta que la próxima compra de vehículos que realice la empresa será en exclusiva con este tipo de motor.
De forma complementaria, la empresa de transportes está a la espera de constriuir una nueva sede, donde está previsto realizar una planta propia para el suministro de gas natural a medio centenar de autobuses.
El autobús propulsado con pila de hidrógeno es la gran apuesta de futuro de la EMT para aprovechar los combustibles alternativos y ecológicos. Aunque el material móvil es todavía demasiado caro, parece claro que en el plazo máximo de cinco o seis años se empezarán a extender unos precios más asequibles.
La EMT ya ha comprado un vehículo de prueba, que estará en el año 2008 en servicio en la ciudad. Además, se adquirirá una planta para el suministo de combustible.
Como efecto beneficioso, este sistema de propulsión es más silencioso, apenas produce contaminación al ser el vapor de agua su principal emisión, y la propulsión se obtiene únicamente mediante un proceso que descompone el hidrógeno del agua, con lo que se elimina totalmente la dependencia del petróelo y las oscilaciones de su precio.
Fuente: La Opinión de Málaga, 23 de abril de 2006