Atención, empresarios del sector de la alimentación. El que no gana más dinero, es porque no quiere.
Y si no, que se lo digan al americano al que se le ocurrió aprovechar los restos de cebolla de preparados alimentarios para generar energía.
En un centro de procesamiento de alimentos de California, han comenzado a usar los restos de cebolla, que suponen hasta un 40% de la planta, para producir energía. Hasta ahora lo usaban como compost de campos cercanos; ahora, presionan los restos de las cebollas para generar un zumo, que al fermentar produce metano; el metano es usado para producir electricidad.
La empresa ha gastado diez millones de dólares para instalar una planta de 600 kW, lo cual no está nada mal. Una parte de los gastos ha sido subvencionada por el estado de California, y la producción energética de la planta generará 700.000 dólares anualmente, además de ahorrar otros 400.000 por librarse de los desperdicios. La empresa espera recuperar la inversión en un período de seis años.