Uno de los aspectos que más llama la atención de esta nueva planta es su gran potencial productivo, que se calcula en 110 millones de litros de biodiésel anuales, lo que equivale al 13% de la demanada brasileña de este tipo de biocombustible.
Pero además, la nueva instalación destaca porque para la producción de biodiésel se utilizará como materia prima sebo animal, procedente de reses sacrificadas para comercializar la carne.
La planta, situada en Lins (estado de Sao Paulo), está preparada también para fabricar biodiésel de origen vegetal, a partir de oleaginosas como la soja.
El próximo año en Brasil entrará en vigor una nueva ley que obliga a que todo el diesel convencional consumido en el país incorpore un 2 % de diesel de procedencia vegetal o animal.