El aceite de palma se perfila como posible biocombustible
No sólo de girasol y colza viven los motores diésel. Los dos mayores productores del mundo de aceite de palma, Malasia e Indonesia, ya han olfateado en el aire el olor a petrodólares que desprenden los biocombustibles, y se quieren apuntar al reparto.
Entre ambos países, producen el 80% del total mundial y este tipo de aceite es, según algunos experots, el más barato y competitivo para la producción de biodiésel.
Con la intención de fomentar su producción, los gobiernos de ambos países han acordado otorgar importantes subvenciones las empresas que se dediquen a esta actividad dentro de sus fronteras.