«El verdadero problema radica en la deforestación ilegal y la falta de derechos de propiedad, ya que alrededor del 50 por ciento de la región amazónica ha disputado los títulos y esta es una invitación para las empresas madereras», dice.En una entrevista con Ethanol Statistics, Zuurbier trata de explicar un proceso dinámico entre las actividades ilegales en la selva amazónica y de la expansión de tierras agrícolas hacia la región.
Según Zuurbier sin embargo, el proceso es ligeramente diferente. «Corporaciones y grupos de empresas bien organizados con dudosos títulos de propiedad -también propietarios oficiales de tierras- comenzaron cortando grandes superficies de bosques de madera para el comercio, tanto legal, como ilegalmente», dice.
«Por lo general, tras quedar las zonas de bosque peladas, los propietarios de ganado se mueven en estas tierras baratas. Sin embargo, después de 3 a 4 años de la cría de ganado, el fino suelo de la Amazonia es completamente inútil sin ningún tipo de fertilización y de los propietarios de ganado suele pasar a la siguiente zona abandonada. Mientras tanto, los agricultores de soya sustituyen el ganado en estas áreas, viendo la posibilidad de fertilizar el área para la producción de soja.»