Esta actuación se puso en marcha mediante la firma de un convenio de colaboración entre el Ministerio de Medio Ambiente, la Consellería de Medio Rural, la compañía Endesa y el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). El acuerdo se firmó el pasado mes de octubre y salió publicado el viernes en el Boletín Oficial del Estado, y tiene validez hasta diciembre del 2008. Con esta iniciativa, los implicados manifestaron su deseo de contribuir al cumplimiento de los objetivos del Plan de Energías Renovables.
La utilización de la biomasa en la central se plantea, en un principio, para conseguir una sustitución del carbón del 5%. El ritmo de consumo estaría alrededor de 19 toneladas de biomasa por hora. Inicialmente, se considera que las pruebas en la planta se realizarían ocho horas al día, y tendrían una duración de unos cincuenta días. A medida que avance el proyecto, se valorará incrementar los porcentajes de sustitución.
Endesa deberá realizar un estudio de combustión, elegir el procedimiento operativo más viable y comunicárselo al resto de las partes. En función de los resultados, la compañía tendrá que realizar una serie de transformaciones en sus sistemas para adaptarlos al almacenamiento e introducción de la biomasa. La realización del estudio para valorar el tratamiento de los restos forestales, la compra y la instalación del equipo de acondicionamiento le costará a la eléctrica unos 600.000 euros.
El ministerio se encargará, por su parte, de los trabajos silvícolas y de cultivo para la obtención de biomasa, la recogida del material y su transformación en astillas, el transporte hasta la central y la elaboración del informe de resultados de la parte forestal. La Consellería de Medio Rural, por su parte, habilitará los emplazamientos, además de realizar trabajos silvícolas: recogida, transformación y transporte de biomasa. Fuentes de la consellería informaron de que, en la práctica, pondrán a disposición de Endesa todos los residuos forestales de los montes de titularidad pública que estén situados en un radio de 25 kilómetros alrededor de la central. El convenio establece que los trabajos silvícolas podrán realizarse sobre montes arbolados, con cabida cubierta inferior al 20%, en los que domine el matorral o en los que es exclusivo este tipo de formación.
El IDAE se responsabilizará de la interconexión de las actividades silvícolas e industriales, la evaluación de los resultados y la elaboración del informe con las conclusiones del proyecto. Por último, la Dirección General para la Biodiversidad realizará una inversión máxima de 330.000 euros, impuestos incluidos, que se distribuirán en dos anualidades: 90.000 euros en el 2007 y 240.000 en el 2008.
Para el desarrollo y seguimiento de este convenio se nombrará una comisión constituida por un miembro de cada una de las partes y estará presidida por el representante del ministerio.