En el último año, la producción de biocombustibles creció en España un 44%, con una producción total de 445.577 toneladas, la mayoría de las cuales fue de bioetanol (72%), mientras que el resto fue de biodiésel. No obstante, el crecimiento de la demanda por parte de los consumidores no fue tan espectacular y sólo augmentó un 19%, según datos de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA).
A este ritmo, advierte la asociación “en el año 2010 no cumpliremos con lo establecido por el Plan de Energías Renovables en materia de biocombustibles”. Y es que actualmente los biocarburantes sólo representan el 0,53% del mercado de automoción español.
Lo que en estos momentos salva el sector es la exportación, ya que el 70% de la producción de biocombustibles se exporta al extranjero, especialmente a Alemania, aunque el APPA teme que en breve el mercado germánico sea incapaz de asumir estas importaciones.
Ante este panorama, la Comisión Europea se plantea la necesidad de imponer unas cuotas obligatorias, y así impulsar firmemente la demanda doméstica de biocarburantes. Esta obligación recaería sobre los operadores petrolíferos, que cada año deberían incrementar de forma gradual el porcentaje de biocarburantes en los combustibles convencionales.
En este sentido, la APPA ha propuesto al Ministerio de Industria que aplique en 2008 esta obligación, que inicialmente sería de un 4,25, pero que aumentaría hasta llegar al 5,75% (objetivo del PER) en 2010 y al 10% en 2015.