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Etanol y biodiésel: el peligro de desestabilizar el mercado internacional

Recientemente cuestionábamos desde Soliclima el uso industrial que parece avecinarse de los biocombustibles basados en materias primas vírgenes de origen alimentario debido a la desestabilización que producen en los mercados de países en desarrollo.

Ahora es el Instituto Internacional para el Medio Ambiente y el Desarrollo -organización no guvernamental existente desde 1971- quien publica un estudio donde alerta de los peligros de este modelo de combustibles.

Este informe, firmado por Annie Duffey, proclama la eliminación de las barreras comerciales en el plano internacional, especialmente los subsidios, para permitir a las naciones en vías de desarrollo beneficiarse de este tipo de comercio, y llama la atención a la vez sobre la necesidad de crear certificados que denoten las condiciones en las que ese biocombustible ha sido producido.

Duffey recuerda la falta de acuerdos internacionales que unifiquen el criterio de si este producto es un bien agrícola o industrial. Tampoco hay un forum internacional específico sobre este tipo de comercio, por lo que los aparentes beneficios del uso de esta energía renovable podrían verse perjudicados si el sector continúa expandiéndose de forma descoordinada y planteando problemáticas nuevas, como las bruscas subidas de alimentos básicos en países de bajo nivel adquisitivo.

Otro de los problemas que apunta es el peligro de la canibalización del sector por parte de grandes multinacionales que dominan los mercados internacionales, en detrimento de campesinos y granjeros. A nivel medioambiental, recuerda el peligro de la deforestación, peligro que ya están señalando ecologistas en Brasil debido a la tala de bosques para hacer sitio a la remolacha azucarera, así como el estres hídrico al entrar en competencia cosechas destinadas a la alimentación y cosechas con finalidad energética.

"Necesitamos esquemas de certificación para biocombustibles que señales bajo qué condicones sociales y medioambientales han sido producidos, y que no socaven el desarrollo de pequeños y medianos productores", remarka Duffey. Según la autora, se han realizado ya algunos pasos en este campo, pero "si la creación de estos certificados son controlados por parte de las naciones más industrializadas, se corre el riesgo de omitir los intereses sociales y medioambientales de los países más pobres".

"Los biocombustibles pueden realmente ayudar a frenar el cambio climático y a favorecer el dearrollo de países desfavorecidos -asegura-, al igual que a proporcionar una fuente de crecimiento económico y de energía sostenible. Pero para lograrlo, todos los actores del sector necesitan ser conscientes del tipo de comercio que están realizando y necesitan así mismo dirigir sus pasos de forma controlada por organismos internacionales", finaliza.

Más información

Artículo de opinión sobre los bicombustibles en NewsSoliclima Informe completo sobre el comercio internacional de biocombustibles